La ciudad celebra la Ascensión con las calles desbordadas y los hoteles casi llenos

La Voz MARGA MOSTEIRO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Las altas temperaturas animaron la participación en la calle en el primer día de fiesta

25 may 2017 . Actualizado a las 19:19 h.

Los compostelanos se echaron ayer a la calle para celebrar el inicio de sus fiestas más locales, a cuyo colorido también contribuye esta vez la llegada de numerosos grupos de visitantes, que están obligando a colgar el cartel de lleno en muchos de hoteles del casco histórico, según los primeros datos recabados por Hostelería Compostela.

Las bombas de palenque anunciaron a mediodía el arranque de las fiestas, y poco después los cabezudos desfilaron por la zona monumental para sorpresa de los numerosos turistas que se cruzaron en su camino. Las terrazas lucieron abarrotadas a lo largo de toda la jornada. Y no era para menos, teniendo en cuenta que se superaron los 30 grados durante gran parte de un día en el que se alcanzó una temperatura máxima en la ciudad 32,7 grados. Para las jornadas que restan de festejos MeteoGalicia augura una ligera tregua en los termómetros, con una caída de hasta siete grados, lo que permitirá disfrutarlos con menos agobios.

Arrancan los conciertos

Ya por la noche, cuando el calor sofocante empezó a dar un respiro, llegó el primero de los conciertos de la Ascensión. Como todos los que se ofrecerán a lo largo de los próximos cinco días, fue gratuito. La praza da Praterías fue escenario de las actuaciones de cuatro de los grupos más de moda entre los jóvenes: Luis Brea y el Miedo, Shinova, Miss Caffeina y Druso. Durante toda la jornada llamó la atención la abundante presencia de miembros de las fuerzas de seguridad del Estado en las inmediaciones de la Catedral y en los enclaves del casco histórico con mayor concentración de personas.

Los otros dos puntos centrales de las fiestas más compostelanas estuvieron anoche en la Alameda y en la praza do Toural. En el paseo central del parque de la Alameda, la orquesta Cinema se encargó de romper el hielo en las populares verbenas de la Ascensión. Como todos los años, su música rivalizó en decibelios con la mezcla de sonidos procedentes de las atracciones de la feria de Santa Susana, que estrenó su pavimento original tras las recientes obras de recuperación.

En O Toural, con un tono más relajado, los ritmos blues, funk y soul de Carla Green y The Demons deleitaron al público.