El Obra cerró la temporada 16/17 con el objetivo cumplido y con la media anotadora más alta de todos los años de la era Moncho en ACB. Esta ha sido la única vez que ha conseguido más de 76 puntos por partido.
A pesar de poder contar únicamente con la participación de Txemi Urtasun en 14 partidos y los 5 minutos excepcionales de Alberto Corbacho en el primer encuentro, el equipo ha seguido la evolución del baloncesto actual, en el que cada vez se lanza más veces de 3 puntos, y ha intentado 23,5 triples por encuentro, la media más alta de cualquiera de las últimas 6 temporadas en ACB. A pesar de estos números, se puede decir que el Obra ha lanzado poco de 3 para el rendimiento que ofrece este tiro, ya que lanzar muchos triples casi garantiza la salvación (el Betis es el equipo que menos ha lanzado y Manresa el antepenúltimo en esta clasificación), y hay cada vez más conjuntos que analizan concienzudamente este tipo de lanzamiento para obtener un rendimiento óptimo.
La ausencia de los máximos especialistas en más de la mitad del curso plantea la incógnita de saber cómo ha aprovechado el Obra esa cantidad de lanzamientos.
El equipo ha anotado 0.99 puntos por cada tiro intentado por detrás del 6.75, por debajo de la media ACB, que se acerca a casi 1.05 puntos por cada triple intentado, pero el balance comparativo entre «especialistas» y «no especialistas» dentro del equipo demuestra que ha habido una gran diferencia de rendimiento que probablemente no hubiera tenido una incidencia tan alta en la capacidad anotadora del equipo de haber contado en plenas condiciones con Urtasun y Corbacho durante toda la campaña.
Si en los especialistas incluimos a los jugadores con más de 50 triples intentados obtenemos un rendimiento de 1.03 puntos por tiro entre todos ellos, destacando a Whittington con 1.34 puntos por tiro y a Pepe Pozas con 1.13.
Sin embargo los no especialistas anotan únicamente 0.79 puntos por triple, lastrando enormemente el valor de este tipo de lanzamientos para el conjunto del equipo.
Este dato no sería especialmente reseñable si no fuese porque los no especialistas (jugadores con menos de 50 triples intentados en todo el año) se han visto obligados a absorber casi el 20 % de este tipo de tiros, es decir, 1 de cada 5 triples ha sido lanzado por uno de los 8 jugadores no especialistas, o lo que es lo mismo, el Obra se ha obligado a poner en manos de jugadores con un porcentaje de acierto de apenas el 26% más de 4 lanzamientos triples por partido.
Datos como este otorgan todavía más valor a la excelente gestión de los recursos disponibles que ha llevado a cabo este año el cuerpo técnico, sin duda la temporada más dura para conseguir el título de la permanencia.