Propuso una entrevista con la vicepresidenta en Raxoi tras enterarse «por los medios» de su encuentro en Santiago con Feijoo
04 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El malestar institucional puede expresarse de muchas maneras, y el alcalde de Santiago escogió la vía epistolar para dejar constancia en Vicepresidencia del Gobierno de que el Concello estaba dolido por no haber sido informado de la presencia institucional de un miembro del Ejecutivo en Compostela.
Martiño Noriega lo hizo de forma discreta, dirigiéndose a la directora del gabinete de Soraya Sáenz de Santamaría, María González Pico, a la que informó de su «total disposición» para mantener un encuentro con la vicepresidenta en el Ayuntamiento tras enterarse «por los medios de comunicación local» de que iba a estar en Santiago con el presidente de la Xunta, además de cursar una visita a las obras de rehabilitación de la Catedral.
La misiva, fechada el 31 de marzo, no tuvo respuesta positiva por parte del gabinete, que enmarcó la presencia de Sáenz de Santamaría «dentro de las relaciones» con la Xunta, y la propia dirigente popular advirtió a preguntas de los periodistas que «estaremos encantados de reunirnos» y abordar «los temas de la ciudad», aunque ya será en otra ocasión.
Cuestionado sobre este asunto, Noriega pidió a los medios «desdramatizar» este desencuentro, aunque dejó recado al recordar que ante este tipo de visitas institucionales a la ciudad el Concello «sempre entra» en el protocolo de contactos, con independencia de que finalmente se produzcan o no. Curiosamente, el regidor compostelano sí pudo charlar ayer durante unos minutos con el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que tuvo que esperar una hora a la entrada de la Catedral por la comitiva para visitar las obras, financiadas en buena medida por el Estado.
Al margen de esta cuestión protocolaria, Noriega expresó su deseo de que la coyuntura política de España no influya en las inversiones comprometidas para los principales proyectos de la ciudad.