La depuración del agua de Santiago precisa una inversión de cien millones

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

A los 30 de los colectores se suman los 60 de la EDAR y 20 para el alcantarillado

02 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago precisaría una inversión en torno a los 80 millones de euros para disponer de una completa red de depuración de las aguas. O sea, el equivalente a la cantidad que Baleares recauda en un año por la polémica tasa turística o el importe por el que la Xunta tasó el Gaiás. Y a ello habría que sumar los 30 que ya se invirtieron en los últimos años, por lo que el coste final de la operación ascendería a los 110 millones de euros; es decir, que no llegaría el montante del presupuesto anual del concello compostelano para pagarlo.

Como hasta ahora siempre sobró el agua, los compostelanos no tienen idea de la cantidad que se derrocha ni tampoco de lo que cuesta que cada día llegue al grifo y después se vaya por las tuberías del edificio hasta regresar al río del que un día salió limpia y al que vuelve más sucia de lo que debiera. Sobre todo en Santiago, donde los problemas de depuración, con unas instalaciones en Silvouta que se han quedado pequeñas y las filtraciones que genera una red de alcantarillado obsoleta, dan lugar a episodios constantes de contaminación en el río Sar que están en el punto de mira de la Unión Europea, que ya amenazó en más de una ocasión con multas por ese concepto.

Pero a mayores del coste ambiental está el económico, y el económico es muy elevado. Se han invertido en los últimos años 30 millones en la ampliación de la depuradora de Silvouta, en la sustitución de los colectores secundarios que conectan con los que llevan el agua hasta la EDAR y en la puesta a punto de los aliviaderos. Pero queda pendiente lo más costoso. Por una parte, la construcción de la depuradora nueva de O Souto, obra necesaria ante la insuficiente capacidad de la actual. Se calcula que el coste rondaría los 60 millones, aunque es muy probable que el presupuesto final sobrepase con creces esa cifra. Y a todo ello se suma la necesaria sustitución de los más de 88 kilómetros de tubería que mide la red de alcantarillado de Santiago, y que como recordó el BNG en una moción hace un año, es todavía de fibrocemento, un material que se compone de amianto, cuyas partículas, si llegan al aire por una rotura de la instalación, son nocivas para la salud. La corporación municipal aprobó la progresiva sustitución de los tubos, pero como puntualizó el concejal de Medio Ambiente, Xan Duro, el coste total superaría los 18 millones, a los que hay que sumar otro medio millón más que el Concello pretende invertir en las actuaciones para evitar las inundaciones en la ciudad, y que pasan también por subsanar deficiencias en los sumideros.

Inundaciones

El gobierno local se comprometió a ir sustituyendo la vieja red en la medida en que se fuesen realizando obras en las calles. De hecho, es una de las actuaciones previstas cuando se acometa la reforma de Castrón Douro. También estás pendientes actuaciones en los puntos negros detectados para evitar las inundaciones cuando hay fuertes lluvias y se acumula agua a causa de las deficiencias en los aliviaderos. El proceso tardará muchos años; más aún que la depuradora.

30 millones

Colectores

Renovación de colectores y ampliación de la EDAR.

60 millones

Nueva depuradora

Es posible que la actuación de O Souto supere esa cifra.

20 millones

Alcantarillado

Coste de la sustitución de más de 88 km de tuberías.