Biopsia

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No se puede negar que en el inconsciente colectivo español se ha asentado la sensación de que el comerciante es un señor que con escaso esfuerzo compra, vende y gana, sin más. De ahí a calificarlo en charlas de café y en lerias de peluquería poco menos que de parásito media un paso.

Esa idea -si es que existe en Compostela- va a ser dinamitada para siempre el próximo 1 de abril. Los que con toda justicia se van a colgar la medalla son los 170 músicos que harán vibrar el Ensanche dando microconciertos durante la jornada con el fin de recaudar fondos para Oncomet. O sea, para el grupo de investigación sobre la biopsia líquida perteneciente al Instituto de Investigación Sanitaria. Sin olvidar a los 30 voluntarios de apoyo.

Pero no podrían sacar de sus instrumentos ni una sola nota si los comerciantes, agrupados en Santiago Centro y en el Club Financiero, no hubieran tenido la idea y la iniciativa. ¿Dónde queda, pues, el supuesto parasitismo, el mero compra, vende, gana? El ejemplo que van a dar -de hecho, están dando ya- los comerciantes de Santiago Centro debe de ser un acicate para otras ciudades gallegas, porque causas por las que luchar sobran. Aunque no tengan una plaza Roxa donde instalar un piano de media cola, como se va a hacer aquí.

El sábado meter un dinero, el que sea, en las huchas que ya han sido distribuidas por 150 enclaves del Ensanche y que se recogen ese mismo día es no solo un acto de solidaridad y de sano egoísmo -la investigación sobre la biopsia líquida, que permite diagnosticar más rápidamente un tumor mediante una muestra de sangre, beneficia a todos- sino una llamada a las puertas del futuro: el que construye esta ciudad, ahora de la mano de Santiago Centro y el Club Financiero.