«Es un error tratar a las personas mayores con actividades infantiles»

Joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Promueve un nuevo modelo para aplicar con dependientes en centros residenciales

24 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX) promueve un nuevo modelo de Atención Centrada en la Persona (ACP), para mayores dependientes, alternativo al actual de grandes residencias o ayuda a domicilio. En abril lo difundirá en Santiago, en un curso acreditado por la Consellería de Sanidade. «Es un modelo con éxito hace décadas en los países nórdicos. En España hay experiencias interesantes  y en Galicia empiezan», explica el psicólogo compostelano Carlos Dosil Díaz, director gerente de un centro gerontológico, vocal de la SGXX y organizador de la actividad formativa.

El objetivo «es mejorar la calidad de vida de las personas mayores dependientes. En los modelos tradicionales se interviene en función de la dependencia que tienen y de sus patologías. Con el enfoque de ACP se sustituye la atención centrada en el servicio por la atención centrada en la propia persona; y el personal debe ejercer de guía», explica.

Eso exige cambios, con formación de profesionales y organización de espacios adecuados: «Lo ideal es atender grupos de 9 a 15 personas en pequeñas unidades convivenciales, donde se proporcionan los apoyos que precisan para su vida cotidiana. En Láncara comenzamos los últimos meses. En las residencias de mayores con un número de plazas muy grande es una dificultad ofrecer una atención tan personalizada», puntualiza Dosil.

Esas unidades convivenciales generan, detalla, «un entorno más hogareño, que favorece la orientación espacio-temporal. Además, la relación entre el personal no es jerárquica, sino horizontal, sin uniformes; se favorece la atención directa con diálogo al mismo nivel entre diferentes colectivos de profesionales».

El personal debe conocer en profundidad a las personas dependientes. «Para facilitar la orientación se pueden visualizar fotografías, trabajar la memoria o hacer partícipe a la familia. Este enfoque puede parecer ficticio con las grandes residencias que tenemos y con las ratios de personal actuales. Pero está demostrado que las personas tienen un mayor control y satisfacción, hay mejor convivencia y calidad de vida», sostiene.

Se trata, además, de «garantizar los derechos de las personas residentes, no limitarlas por tener deterioro cognitivo. Supone compromiso del centro y del personal para romper estereotipos. Porque se puede trabajar con la persona y mejorar su autoestima con actividades que no la degraden y que le sirvan para motivarse». Para lograrlo, agrega, «se deben tener conocimientos muy profundos de la persona dependiente: sobre su salud, pero también su historia de vida, su trayectoria profesional, las capacidades que tuvo y las que mantiene, las preferencias, los gustos y otras cuestiones. Y tratarlas con un trabajo interdisciplinar, con la implicación de la familia, que debe ser partícipe de las decisiones que se tomen». En comunidades como Castilla y León hay normativa sobre el modelo. «Tiene un impacto, al precisarse algo más de personal, o necesitar una reestructura de las actuales residencias, para crear espacios nuevos; pero merece la pena. Su aplicación depende de cada centro, no hay una fórmula única. Vamos empezar a formar profesionales de referencia, que asuman aspectos actitudinales y de comunicación adecuadas».

Carlos Dosil enfatiza que «es un error tratar a las personas mayores con actividades infantiles; eso afecta a su autoestima. En vez de jugar con plastilina o contar habas, tiene más interés, por ejemplo, que preparen su propia ropa, con supervisión, pues eso les sirve además para ejercitar su psicomotricidad y es positivo si tienen deterioro ligero. Y otras propuestas de ocio y tiempo libre que pueden hacer perfectamente y contempla la ACP», indica.