Ambos técnicos suman muchas horas de vuelo en sus expedientes de trabajo con jugadores de todo tipo y pelaje. Dejando a un lado los que actualmente están a sus órdenes, se les pide que escojan a uno que destacase por su manera de entrenar y competir.
A Mon Barreiro el primer nombre que le sobreviene es el de Rafael, internacional brasileño que brilló en el entonces Lobelle y ahora es piedra angular en el Inter Movistar: «Es de los más completos e inteligentes porque es de los que no se equivocan en la toma de decisiones, ejecuta bien sobre la pista y puede jugar de todo».
Aunque no llegó a trabajar directamente con él, también apunta a una tipología de jugador que no es muy sacrificado en los entrenamientos pero que se transforma a la hora de competir: «Ciço es un ejemplo. En cuanto entraba en situaciones de juego real era otro».
El homólogo de Rafael en el baloncesto es, para Víctor Pérez, Mike Muscala: «Dominaba las dos manos, tenía capacidad de anotación, de rebote, defensiva... Se adaptó muy rápido al baloncesto FIBA».
Haciendo retrospectiva, también recuerda un caso de jugador que entrenaba a un nivel «espectacular» y no acabó de rendir en igual medida: Ebi Ere. En otros equipos, sin embargo, sí hizo buenos números. Y apunta a una tercera tipología en la línea de Ciço: «Kendall no era el más esforzado en el día a día, pero cuando el equipo lo necesitaba daba ese plus».