«Operar a un prematuro de 600 gramos es delicado, exige un cuidado enorme»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

xoan a. soler

El prestigioso cirujano luso, que estuvo en un congreso en Santiago, tardó hasta 13 horas y media en separar siameses, uno de sus mayores éxitos profesionales

21 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Innovación es hacer lo que parece imposible, pero que quizá no lo es», afirma António Gentil Martins, cirujano portugués jubilado, quien a sus 86 años participó en el reciente congreso médico-quirúrgico CIMQ’17 organizado por la asociación Uscience en la Facultade de Medicina. La suya fue de las intervenciones más esperadas, pues en su trayectoria destaca por operaciones para separar siameses, de las que habló. «En cirugía pediátrica, el gran problema son las malformaciones congénitas, y las hay muy diversas. Y la cirugía del recién nacido, porque operar a un prematura de 600 gramos es delicado, exige un cuidado enorme. También se necesita muy buena anestesia, es importante un trabajo de equipo. Una de las operaciones más complicadas que realicé fue de una extrofia vesical, una enfermedad rara, que exigía cerrar una vejiga, para evitar la incontinencia urinaria», explica.

Pero lo más llamativo de este especialista son sus intervenciones para separar siameses: «al principio tenía dudas, porque había muy poco escrito, son operaciones de muchas horas y en la literatura médica internacional encontraba pocas aportaciones. El primer caso de siameses unidos que separé tardé 10 horas; el segundo, exactamente igual, duró 4 horas, porque ya sabía lo que debía hacer. Es una cirugía muy estimulante, pero difícil, porque te puedes enfrentar a muchas sorpresas imprevistas», sostiene.

Su especialidad ha avanzado tanto que incluso ahora se plantea realizar cirugía sobre el feto: «yo no la hice, y tengo dudas sobre su eficacia real; creo que es mejor que nazca la criatura que no operarla antes del nacimiento. Es un asunto muy interesante y estimulante para la investigación, pero no sé si realmente vale la pena», dice.

En su trayectoria constan más de 12.000 intervenciones. Entre las más complicadas relata la de «un niño con cáncer en la cara. Fue tan compleja que mis colegas, al ver fotografías, pensaban que si eran de una autopsia, no pensaban que pudiese tratarse de un niño vivo, nunca se había hecho nada igual. Ahora se hace incluso trasplante de cara, pero aquello era diferente».

Otra de sus intervenciones impactantes fue la última separación de siameses «que fue la más difícil, porque tenía a mayores la complicación de no ser criaturas del mismo sexo. Hice un cronograma y preveía que se demoraría unas 13 horas. Me equivoqué en 30 minutos, pues fueron 13 horas y media. En América, una intervención semejante duró 24 horas. La diferencia estuvo en que en América había un equipo de ortopedia, otro de urología, otro de plástica... y la coordinación de todos esos grupos en la misma intervención resultó más difícil que la del único equipo que coordinaba yo».

Debido a esta última situación destaca que «cuando comencé a ejercer profesionalmente la especialidad era más polivalente, ahora existe una tendencia a la sectorización de especialistas que se concentran más en ortopedia, urología, plástica y otras área, no hay una polivalencia que abarque tanto, y que yo creo que es positiva».

Antonio Martins recomienda a quienes se licencian en Medicina que escojan la cirugía pediátrica: «lo principal es que te guste la especialidad. Mucha cirugía infantil, como por ejemplo una apendicitis, no es muy diferente a la de un adulto, la técnica es la misma. En las malformaciones congénitas hay una parte importante de cirugía plástica. Y creo que es importante además no estar contento con lo que se hace, pensar que se puede mejorar, eso me ha permitido innovar técnicas que me habían enseñado por otras mejores».

Especialista. António Gentil Martins, especialista en cirugía y subespecialista en oncología pediátrica.

Trayectoria. Consejero de la OMS, de la Comisión de Peritos de la UE, presidió durante nueve años el Colegio Médico de Portugal, y dos años la Asociación Mundial de Medicina.