El 5 % que mejor sabe y más alimenta

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Los vendedores de la plaza de abastos y los estudiantes se alían para romper el mito de que el universitario come mal en Santiago

15 mar 2017 . Actualizado a las 17:34 h.

Lejos quedan aquellos terribles ochenta en los que los universitarios de Santiago se alimentaban de tumbas, palmeras de chocolate y platos de pasta cocida con atún. Muchos de ellos dejaron la universidad sin saber dónde quedaba la plaza de abastos. Pero los tiempos han cambiado, y la generación 2.0 valora lo que come. Claro, que como en general la calderilla sigue siendo tan escasa como entonces, da igual que tintinee en euros que en pesetas, los comerciantes de la plaza de abastos de Santiago se han aliado con sus estudiantes para romper el mito de que los libros van de la mano de la comida basura y muchos de ellos les ofrecen un descuento del 5 % en sus productos. Se trata, en realidad, de conquistar al cliente joven, pero también de mimar a los estudiantes de una universidad con tanto prestigio como el mercado, no en vano ambas entidades arrastran siglos de historia paralela. «Con los estudiantes siempre se tiene un cariño», reconoce Marta Rey, gerente de la plaza.

Hace años, los comerciantes de la plaza sacaban todos los años diez becas con las que premiaban a los mejores expedientes universitarios. Entonces los sobresalientes tenían premio en especie, porque a los diez agraciados se les entregaban unos bonos que luego intercambiaban por productos del mercado. Hace un tiempo que dejó de hacerse, pero ya entonces y también ahora, de forma particular y voluntaria, son muchos los placeros que rebajan un 5 % el precio de la compra a los universitarios que les presenten el carné. Es una oferta que forma parte de las tradiciones de la plaza pero que no muchos estudiantes conocen.

Quien prueba, se engancha

Pese a que muchos no saben que se pueden beneficiar de estos descuentos, los universitarios forman parte del bullicio habitual de la plaza de abastos. La posición estratégica del recinto, al lado de las facultades de Historia y Filosofía, y muy cerca de la de Medicina y del decanato, facilita que hagan la compra en el recinto. «A muchos les queda de paso para ir y volver de sus casas, y en contra de lo que se pueda pensar, a la gente joven le preocupa comer sano, por eso cada vez vienen más a la plaza. ¿Dónde van a encontrar mejor pescado y hortalizas más frescas?», se pregunta Marta Rey. En ninguna parte, es evidente, y quien prueba se engancha, sobre todo si los maravillosos chorizos de Rosa e Moncho se saborean con descuento. «Nós sempre o fixemos -dicen sus responsables-; porque hai que mimar aos clientes máis novos, para que veñan».

Las buenas relaciones entre vendedores y estudiantes, en realidad, van más allá. «Siempre fue muy estrecha -indica la gerente del mercado-; de hecho colaboramos mucho con los estudiantes, que nos eligen para sus trabajos, sobre todo los de Xornalismo; precisamente hablé hace poco con una alumna que quiere venir a grabar un programa. La plaza es un referente en Santiago, también para ellos». Sobre todo si se tiene en cuenta el valor añadido del 5 %.