El laberinto del Obradoiro

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

Los condicionantes convierten el fichaje de un pívot en un ejercicio de funambulismo

01 mar 2017 . Actualizado a las 15:49 h.

El titular de esta información podría ser: Mirza Begic está en el punto de mira del Obradoiro. Y es cierto, porque se trata de uno de los nombres que maneja el club. Uno de muchos por los que se interesa para tratar de cubrir el hueco dejado por Roso Allen. Otra cosa es que la operación pueda cuajar, ya que el veterano pívot, buen conocedor de la ACB, milita actualmente en el Cedevita, uno de los conjuntos punteros de Croacia. Y habría que convencer tanto al jugador como al club.

En un escenario parecido, el Obradoiro ya hizo dos intentos previos que no prosperaron porque los candidatos sí veían con buenos ojos la opción de recalar en la Liga Endesa pero sus equipos no los liberaron de sus compromisos contractuales.

Dentro de un mes el panorama será distinto. Sucedió el pasado curso, cuando cuajaron los fichajes de Maric y Kolesnikov. Sus equipos, el Buducnost de la liga adriática y el Saratov, de la rusa, se quedaron fuera de la lucha por el título antes de lo esperado. Y el Obradoiro aprovechó la oportunidad. La tesitura es complicada: esperar abre el abanico de opciones, pero quedan menos jornadas.

¿Cuándo y cuántos fichajes hará el club? Son dos interrogantes que dependen de muchas circunstancias. El pasado curso fueron finalmente tres, contra pronóstico y las propias previsiones manejadas en las oficinas de Sar.

Ahora mismo los esfuerzos se concentran en tratar de firmar un pívot. La polivalencia de Whittington, que tanto mezcla con un cuatro como con un cinco, abre el abanico del perfil de búsqueda. Tanto podría recalar un jugador muy interior, como fue el caso de Maric hace apenas un año, cuanto un pívot de una tipología más parecida a la de Rosco Allen, con buena mano para la media y larga distancia.

Perímetro

En lo que respecta a la columna exterior del equipo, cabe significar que todas las plazas están cubiertas. Matulionis llegó como relevo temporal de Urtasun y Dulkys para suplir la baja de Corbacho.

La recuperación del alero balear va por buen camino, pero no procede hablar todavía de plazos para la reaparición. A Urtasun le quedan un par de semanas para poder volver con el grupo, de acuerdo con el tiempo previsto para su recuperación cuando se fracturó el dedo. Para el Real Madrid, o más probablemente en la siguiente jornada, que será ya en abril (en medio queda el fin de semana de descanso que le toca por ser impar el número de equipos esta temporada), probablemente estará a disposición de Moncho Fernández, si estima oportuno incluirlo en la convocatoria.

En resumen, el Obradoiro está enredado en el laberinto de los fichajes. Tal y como confirmó el presidente, Raúl López, la pasada semana, asume que será necesario un esfuerzo económico extra. Aun así, se mueve en el terreno de la modestia. Y no puede acudir al mercado extracomunitario, ya que las dos plazas están cubiertas por Mickey McConnell y Shayne Whittington.

El objetivo es, como suele decir Moncho Fernández, «fichar al mejor jugador posible», siempre dentro del convencimiento de que eleve el nivel de la actual plantilla. La victoria ante el Andorra ha aflojado algo la soga de las urgencias, pero sigue siendo difícil encontrar una salida.