No podría ser peor

Miguel Gómez EL ESCÁNER

SANTIAGO

23 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A los sesenta años, en pleno bajón y con la salud muy deteriorada por el alcohol, Leonard Cohen decidió ingresar en el Mount Baldy Zen Center: «Me levantaba a las tres de la mañana, meditaba trece horas y trabajaba cinco limpiando lavabos o dando de comer a las gallinas. Me afeité la cabeza y me puse un hábito, lo único que no necesitaba era un peine. Era perfecto, no podría ser peor».

El Obradoiro, que lo único que no necesitaba era otro lesionado, pierde a su cuatro titular (veintiséis minutos por partido) y con mucha influencia en su juego. En una clasificación que analiza la diferencia entre puntos a favor y en contra de los equipos ACB según esté o no un jugador en la cancha (encabezada por Hanga), Rosco es el octavo. Del Obradoiro, solo Dulkys, tercero, tiene mejores cifras que él. Y no es solo tener que encontrar un sustituto, o dar nuevos roles a otros jugadores de la plantilla, es tener que, por enésima vez esta temporada, resetear el equipo. Y estamos a finales de febrero. No podría ser peor