El millón de la Bonoloto está en Mallou

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Loli Nouche cree que el nuevo millonario de Santiago es un vecino asiduo al Gigirey o un empleado del Tambre

23 feb 2017 . Actualizado a las 21:56 h.

El nuevo millonario de Santiago es «del barrio o un trabajador del polígono del Tambre». Con total seguridad, «asiduo y cliente del bar Gigirey, porque no son habituales las caras nuevas y el martes no vino nadie nuevo». Así lo afirma sin dudar Loli Nouche Castro, que regenta el bar desde hace unos años, al tomar el relevo de sus padres en el popular establecimiento de Mallou. Loli repasa mentalmente los nombres de los que acudieron el martes a sellar la Bonoloto, desde que se enteró que había repartido 1.232.322 euros en un premio. «No sé si fue sellado por la mañana o por la tarde», pero lo que es seguro es que fue el martes, y solo unas horas antes de que el azar hiciera «millonario o millonaria» a un cliente del Gigirey, apuntó.

Desde que a primera hora de la mañana del día después abrió la puerta del bar, Loli recibió con sonrisas a sus clientes habituales. Todos negaban ayer ser «el millonario». Y, salvo que estuviéramos ante grandes actores, no parecía que entre los que se encontraban en el local durante la realización de este reportaje estuviera el afortunado de Mallou. Solo hubo un momento de tensión, cuando entró uno de los clientes asiduos e insinuó la posibilidad de que el ganador fuera un «no habitual», de una correduría de seguros, que acudió al bar para dejarle el sobre de un seguro para él. Tras dudar durante unos instantes, Loli descartó la opción e insistió en que el «millonario está en Mallou». Solo confía en que «gaste algo del dinero, que lo mueva, que no lo guarde sin más». La hostelera no tiene muchas esperanzas de que el millonario acuda al local para decirlo o para tener un detalle con la persona que le dio la suerte. «Siempre dicen que si les doy el boleto premiado nos darán algo, pero sé yo que no será así. Estoy muy contenta por la gente, y porque es de aquí seguro», recalca. En una panadería cercana, situada al otro lado de la avenida Cruceiro da Coruña, la dependienta bromea con su mala suerte, porque acude habitualmente los miércoles a sellar y aunque esta semana fue el martes, el premio no fue para ella.

Entre los candidatos a ser el afortunado, Loli Nouche apuntó que podría serlo también alguna de las «abuelas» del barrio que acuden diariamente al establecimiento para hacer sus bonolotos. Pero «por ahora nadie vino por aquí con cara de millonario», ironiza Nouche. Otro detalle curioso para identificar al dueño del bonoloto premiado del martes es que se trata de un boleto sencillo, es decir, dos apuestas por un euro, que es «lo mínimo que se puede jugar». Para mayor detalle, el o la ganadora dejó su suerte totalmente en manos del azar, ya que pidió que fuera la máquina la que sacara la combinación de los seis aciertos.

Uno de los clientes asiduos, que ayer probaba suerte con la primitiva, comentó que en su familia al Gigirey le llaman «la bruja», porque reparte grandes premios con relativa frecuencia. Y así es. El 29 de marzo del 2011 ya hicieron millonaria a otra persona. «También era martes, y también era la bonoloto», comenta Loli Nouche Castro, que destaca que, para mayor coincidencia, «también fue una combinación automática» la que trajo la suerte a Mallou. El importe del premio de aquel sorteo era de 1.263.000 euros, muy similar al de esta semana. Loli recuerda que, hace muchos años, «cuando aún estaban las pesetas, se repartió un premio de 200 millones de pesetas» en otro sorteo. Aunque a lo largo de la historia del local, que fue abierto en 1975, se han entregado numerosos premios de diferentes cantidades, en el 2016 solo repartieron 19.430 euros en los diversos sorteos. En la Navidad del 2014 también entregó dos décimos de un cuarto premio.