El presunto lesionado sale en la encuesta milagrosamente ileso

Xosé manuel cambeiro LA VOZ / SANTIAGO

SANTIAGO

ABRALDES

Tras las elecciones autonómicas y generales, uno ya advirtió que sus resultados no podían trasplantarse a las municipales, porque existe riesgo de rechazo

05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras las elecciones autonómicas y generales uno ya advirtió que sus resultados no podían trasplantarse a las municipales, porque existe riesgo de rechazo. La encuesta de Sondaxe mostró bien a las claras que la genética electoral no es la misma. Lo que puede hacer el grupo municipal estupefacto, tras salir de la estupefacción, es aspirar a que las cosas se pongan a tono y el enemigo a tiro para obtener unos resultados similares a las generales.

¿Está el cielo de Raxoi abierto? El sondeo de La Voz reveló que hay mucho terreno que desbrozar para restarle adhesiones a Compostela Aberta. Algunas, muy pocas, se las han ya birlado los demás grupos, salvo el PSOE, pero el escenario prácticamente no ha mudado. Por poco no es un facsímil de lo que depararon las urnas en los comicios en el 2015.

Ese calco de escaños alumbra una extraña paradoja. Un porcentaje notable de ciudadanos asegura que Compostela Aberta «no ha hecho nada», y sin embargo sale indemne de este tramo de mandato. No es habitual que la gente amplíe los cien días de cortesía a dieciocho meses.

Esa contradicción debe, por fuerza, tener un asidero que la sostenga. Es cierto que en este primer año de mandato los logros del equipo de gobierno no provocarían precisamente el éxtasis de Santa Teresa. Hay mucha leira por arar. Y, además, Martiño Noriega ha recibido palos fuertes como los de los duros maestros de antaño, que donde pegaban no volvía a crecer la barba.

La paradoja rechazo de gestión-aceptación política puede descansar en tres o cuatro premisas. Una de ellas desentierra un trozo de la reciente historia local. En la primera etapa de Xerardo Estévez, en minoría, los frutos cayeron a cuentagotas en la balanza de su gobierno. Tenía encima un tapón llamado AP-PDL En los siguientes mandatos se desbocó. ¿Vieron los encuestados algún tapón sobre Noriega?

Nueva premisa: La oposición o cantó las mañanitas del rey David a lo largo de mes y medio o no supo transmitir su mensaje. No ha dado con la tecla que haría sonrojar al alimón al grupo de gobierno y al ciudadano. La verdad es que el rey David, que uno sepa, nunca cantó mañanitas.

La siembra

Otra premisa que pudiera encajar: Compostela Aberta ha sembrado y, aunque en la leira se vean más palos que zanahorias, estas brotarán en mayor medida a partir de este ejercicio.

Afirmar que el gobierno no ha hecho nada es podar lo sano y lo estéril. Ha habido iniciativas, y alguna arriesgada como peatonalizar San Pedro. Puede gustar o disgustar, pero el temor paralizó a todos los gobiernos anteriores.

Los tres líderes de la oposición no son negados ni mucho menos. Exhiben una capacidad innegable. Si alguien los sigue muy encima podrá verificarlo. En su papel, acorralaron a Compostela Aberta en varios tramos del mandato, le elevaron propuestas con marchamo de victoria, negociaron proyectos y firmaron pactos institucionales.

¿Sembrar? Obviamente hay ciudadanos que han percibido una siembra y aguardan la cosecha. Bajo esta óptica, si no es hipermétrope, la llave del mandato vigente, más que en el año y medio transcurrido, está en los dos y medio que restan.

No pocos aducirán que el margen de confianza de la ciudadanía, reflejado en el crédito que se le concede a Compostela Aberta en la encuesta, tiene que ver con las nuevas políticas. Si el marco es una economía de desencanto, con muchas penurias anidando en Compostela, y el gobierno local resiste en el podio de la aceptación, es que el cabreo apunta aún a las viejas políticas que perdieron tres grandes alcaldías, y que estaría salpicando a los grupos de la oposición. ¿Y por qué no entonces en otros lugares y en otro comicios?

Un dato aflora con especial fuste: los jóvenes apuestan en tromba por Compostela Aberta y los mayores mayoritariamente por otras fuerzas. El PP se lleva la palma. Tendría que analizar la formación conservadora por qué la arruga es bella y la mocedad huidiza. La energía para que ese motor juvenil funcione no la va a proporcionar Fernández de Mesa. Hernández, si no quiere ser el Poulidor de Noriega, va a tener que bucear entre la savia joven.