Los conductores compostelanos perdieron 21.642 puntos en tres años

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Gonzalo Iglesias

Las infracciones por velocidad superan a las impuestas por saltarse semáforos rojos

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La implantación del sistema de detracción de puntos a los conductores que cometen infracciones de tráfico supuso en los últimos años un progresivo incremento de este tipo de sanciones en las carreteras de la capital de Galicia. De hecho, en los últimos tres años, supuso para los conductores de Compostela la pérdida de 21.642 puntos, teniendo en cuenta los datos que aporta la Dirección General de Tráfico referentes a los municipios gallegos. El incremento fue progresivo; en el 2014 -haciendo referencia al balance total del año anterior-, los compostelanos perdieron 5.417 puntos, mientras que al año siguiente fueron 7.172 puntos y en el 2016 -atendiendo al balance total de puntos detraídos en las carreteras compostelanas en el 2015- fueron 9.053. Todo ello a raíz de la imposición de 6.456 sanciones de tráfico en ese período de tiempo; 1.395 el primer año, 2.049 el segundo y 3.012 el año pasado.

En ese trienio también variaron sensiblemente los motivos que dieron lugar a esa pérdida de puntos. En el 2014, casi todas las sanciones impuestas a los conductores compostelanos fueron por saltarse semáforos en rojo. Circular sin casco o cinturón, haciendo uso del teléfono móvil, el exceso de velocidad o conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas también provocaron la pérdida de puntos, pero en menor medida; de hecho, casi el cien por cien de los puntos perdidos ese año fueron por no tener en cuenta las señales lumínicas de los semáforos. Pero en la última ficha publicada por la DGT hace solo unas semanas, que hace referencia a los datos del 2015, más de 1.500 sanciones con detracción de puntos fueron por exceso de velocidad, mientras que los semáforos coparon poco más de un millar. Los demás motivos que dieron lugar a pérdida de puntos se mantuvieron en una línea estable a lo largo de los tres años. No se puede concluir, a raíz de esos datos, que los conductores compostelanos corran ahora más que hace tres años, sino que más bien se debe a que se intensificaron los controles por ese motivo en las carreteras locales.

Parque móvil

En ese tiempo hubo también variaciones en el parque móvil de la ciudad. La crisis económica supuso un frenazo considerable en la venta de vehículos, lo que dio lugar a que entre el 2013 y el 2104 bajase el número de automóviles; había 63.119 registrados en la ciudad el primer año y 62.899 el segundo. En el 2015 se produjo una ligera recuperación, con un parque móvil total en la ciudad de 63.066 coches.

La recesión provocó también un progresivo envejecimiento del parque móvil, aunque con una ligera recuperación en los últimos meses. Así, la antigüedad media de los coches compostelanos era de 11,8 años en el 2014, y al año siguiente, de 10,3. La última ficha de la DGT fijaba la antigüedad en 10,6 años. Con todo, hay diferencias en el tipo de vehículo. Los más viejos que circulan por las carreteras compostelanas son las furgonetas y los camiones, con una antigüedad media de 11,3 años en el primer caso y 11,2 en el segundo. La de los turismos, en cambio, está en los 10,5. Sin embargo, no son los coches los que circulan con más años en sus motores por los viales de Compostela, ya que son los ciclomotores, con una media de 12,7 años, los que más envejecen el parque móvil de la ciudad. Los turismos representan el 77 % del total.

Víctimas mortales

La mejor noticia que aportan los datos publicados por la Dirección General de Tráfico respecto a las carreteras de Santiago es la que tiene que ver con las víctimas por accidentes de tráfico. Mientras que en la ficha del 2014, referente a los datos del 2013, se contabilizaron nueve muertos en las carreteras -cinco en las urbanas y cuatro en las interurbanas- al año siguiente solo hubo que lamentar un fallecido en vías interurbanas, la misma cifra que en el último balance de la DGT, con un fallecido también y que de nuevo perdió la vida en viales interurbanos. El primer año se cerró con 120 heridos, una cifra que dos años después había bajado a 89. Difícilmente se mantendrá esa tendencia.