La gestión municipal de la ORA incluirá el párking de Pontepedriña

x.r. santiago / la voz

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Medio centenar de coches suelen quedarse a dormir en las plazas del estacionamiento

16 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El párking de Pontepedriña es el que mejor funciona entre los de borde, y es el único que por el momento ha dado a luz la Xunta de los que tenía en su programa de estacionamientos disuasorios. Pero es un servicio que no cumple los objetivos previstos a la hora de rotar. Y es que se acumulan los coches sin intención de moverse. Tussa se hará cargo esta primavera del servicio.

A fin de propiciar que los coches roten, el Ayuntamiento dispuso señales orientadas a impedir el aparcamiento continuado en la zona. Pero para muchos conductores es que como si no ocurriese nada. Recientemente, unos ediles del grupo popular efectuaron una comprobación en la zona del grado de movilidad de los coches y verificaron que 47 vehículos estacionaban más de una semana en esos espacios.

Esa cifra supone un porcentaje relevante, teniendo en cuenta que el aparcamiento cuenta con 184 plazas para automóviles. El resto, hasta completar las 210 que posee, están destinadas a motos. Y supone la comprobación de un fiasco y de la necesidad de cambiar las cosas. Y eso solo se consigue mediante el pago de una tarifa que disuada a los inmovilistas.

Pero el problema, que al parecer tendrá pronta solución, es la necesidad de que el Adif, titular de los terrenos en los que se asienta el párking, dé luz verde al uso remunerado del servicio. Entretanto, cabría la posibilidad de implantar máquinas y, aún sin cobrar, empezar a controlar con ellas, mediante la emisión de tiques, la ocupación de las plazas.

Pero el gobierno local aprovechará la cercanía de la gestión directa de la ORA y la grúa, en el inicio de la primavera, para que la empresa municipal Tussa instale las máquinas y asuma el párking de Pontepedriña. Obviamente, siempre y cuando la comisión de los trabajos de la municipalización concluya que Tussa es la mejor baza para gestionar el servicio. Al gobierno local no le cabe duda de que va a ser así.

La nueva gestión implicará, con la bendición del Adif, el cobro de un precio asequible por la rotación de las plazas, que puede estar entre cincuenta céntimos y un euro. El concejal Jorge Duarte aclara que el importe no tiene como finalidad la obtención de un beneficio, sino lograr un control del uso de las plazas.

Espacios verdes

Otro aspecto negativo constatado por el PP en su comprobación, y que pueden corroborar todos los ciudadanos que acuden por allí, es la ocupación de los espacios verdes del contorno por los coches de particulares, ofreciendo una imagen de saturación desordenada en la zona.

El aparcamiento de Pontepedriña bajo el viaducto ferroviario fue el primer proyecto ejecutado por la Xunta de Galicia dentro del plan de aparcamientos disuasorios, con una inversión de 720.000 euros. Y ahí parece haberse acabado la esperanzadora historia. En los presupuestos autonómicos del próximo año no irá ninguna partida destinada a estacionamientos periféricos. Algunos grupos municipales han cuestionado esta ausencia considerándolo un incumplimiento del programa trazado por la administración autonómica.

Los planes de la Xunta implicaban ocho aparcamientos de borde nuevos o en zonas ya asentadas repartidas por Santa Marta, Salgueiriños (dos), San Lázaro, Fontiñas, Pontepedriña, Xoán XXIII y área ferroviaria, con casi 3.000 plazas.