Las nubes bajas obligan a desviar un vuelo a Vigo en una jornada con retrasos en varias conexiones

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

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La derivación a Peinador afectó al pasaje del enlace procedente de Málaga que opera Air Europa

11 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La meteorología protagonizó ayer una jornada con más incidencias de las habituales en el aeropuerto de Santiago. Después de un inicio del invierno marcado por la ausencia de pluviosidad, la presencia de nubes bajas en Lavacolla provocó contratiempos que afectaron a decenas de pasajeros. En la mayoría de los casos, las incidencias se limitaron a retrasos inferiores a una hora respecto al horario previsto para el despegue de las aeronaves. Aunque esas nubes bajas también motivaron el desvío de un vuelo. Fue el UX2702 procedente de Málaga y operado por Air Europa, que debía tomar tierra en el aeródromo compostelano a las 15.25 horas y que finalmente fue derivado a Vigo.

Por lo demás, los contratiempos acumulados a última hora de la tarde de ayer estuvieron relacionados con demoras en la partida de algunos vuelos. La más significativa afectó a los pasajeros de la conexión con Alicante operada por Air Europa, ya que el vuelo que debía despegar de Lavacolla a las 16.15 horas no lo hizo hasta las 18.49, es decir, con más de dos horas y media de retraso. En el resto de los casos, las demoras fueron mucho menores. El vuelo de EasyJet con destino a Ginebra partió a las 14.19 horas, cuando estaba programado para las 13.45. El de Ryanair a Málaga despegó del aeropuerto de Santiago a las 16.43, con 28 minutos de demora. Y el de EasyJet con destino a Basilea partió a las 10.38 de la mañana, 18 minutos más tarde de lo previsto.

Los problemas relacionados con nubosidad son poco frecuentes en Lavacolla, que cuenta con el dispositivo más avanzado para que los aviones puedan operar en condiciones de niebla, el ILS de categoría III. Precisamente, la desactivación temporal de ese sistema, obligada por la realización de unas obras de ajuste requeridas para cumplir una normativa europea, provocó el desvío de 23 vuelos en junio del año pasado. Los pasajeros afectados por esos desvíos, que además de los dos aeropuertos gallegos tuvieron los de Oporto y Asturias como principales alternativas, superaron los 2.000. Pero desde que se reactivó ese dispositivo las incidencias meteorológicas en el aeropuerto de Santiago son casi anecdóticas.