Ángela Ferro, activista, recomienda la adopción responsable frente a la compra de animales
30 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Non son xoguetes». Es la frase repetida una y otra vez por Ángela Ferro para intentar concienciar a quienes por estas fechas quieren sorprender a sus hijos con una mascota. «Os animais requiren atención as 24 horas do día, non son xoguetes. Senten, sofren e precisan afecto e atención. Ten que ser unha decisión responsable, porque supón un compromiso a longo prazo», explica. Los regalos navideños pueden convertirse en abandonos a medio plazo, cuando se descubren las obligaciones emparejadas a las mascotas, y por eso Ángela reitera la necesidad de transmitir el mensaje de las «adopcións responsables, porque non son obxectos. Hai que pensar nas vacacións, nos fins de semana e tamén no día a día. Hai que meditar que adoptar unha mascota supón salvarlle a vida a un animal».
Ángela prefiere hablar siempre de «adopción» y nunca de compra, porque «non estou de acordo coa merca de animais nas tendas. Hai cans e gatos dispoñibles para adoptar, pero sempre debe ser con responsabilidade». La voluntaria rechaza tajantemente la «idea dos animais como mercadorías de compra-venda. Son animais que saen de criadeiros, onde teñen unhas condicións terribles, os que non valen para a venda son sacrificados como mercadoría». Ángela sugiere que para garantizar que la familia está «realmente convencida de que quere asumir a responsabilidade, pódese optar por unha acollida, que será definitiva co tempo, se queren». Esta posibilidad se brinda en el Refugio de Bando, donde se puede «acoller temporalmente a un animal ata que sexa adoptado, e no caso de estar seguro, dar o seguinte paso».
Cuando hay niños pequeños en casa, las familias suelen inclinarse por cachorros y, sin embargo, Ángeles considera que es mejor una mascota adulta, que «xa está educada». Precisamente, para conseguir la mascota que mejor se adapta a las necesidades y posibilidades de las familias, la voluntaria considera que «o mellor é recorrer ó Refuxio, porque fan un cuestionario e guían para adoptar o animal máis adecuado. Nas tendas non o fan». En cualquier caso, «os problemas de celos que aparecen en ocasións, cando por exemplo nace un neno, teñen solución, e pode prepararse a mascota. Non é necesario abandonar a mascota, hai distintas opcións».
Las razas peligrosas, que pueden haber protagonizado episodios de riesgo, «poden recuperarse. Coñezo casos de cans de presa que foron recuperados», pero no deberíamos olvidar que «as razas perigosas teñen que ser educadas para evitar certos comportamentos».
Ángela Ferro es una de las numerosas voluntarias de la Asociación Abeiro, que predican con el ejemplo. Ella tiene en su casa a cuatro gatos acogidos, que proceden de una de las colonias instaladas en Santiago para controlar las camadas felinas. La más antigua está en Belvís, «e funciona moi ben, parecen caseiros. Están gordos e están controlados». En la actualidad, en Santiago hay seis colonias controladas por personas vinculadas a la entidad en Fontiñas, Santa Marta, A Trisca y en el aeropuerto de Lavacolla. Además, otras colonias son vigiladas por otros colectivos y por voluntarios no adscritos a ninguna entidad concreta. En próximas fechas se incrementará el número de colonias con nuevas casetas que instalará el Concello, «pero desas non sabemos aínda nada. Nin onde se colocarán», apunta Ángela.
Voluntariado. Ángela Ferro forma parte de la Asociación Abeiro y tiene acogidos en su casa cuatro gatos. Es licenciada en Derecho y está cursando un máster.
Recomendación. Meditar y sopesar las consecuencias de adoptar una mascota, porque «é un compromiso a longo prazo».