El arzobispo de Santiago busca fórmulas para que los peregrinos sean atendidos en la Catedral «no a la misma hora»

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, se mostró partidario de rebajar el «estrés» que sufre la Catedral de Santiago, pero no mediante el cobro de una entrada para acceder al templo, como hacen la mayoría de las seos españolas y de otros países, sino buscando otras fórmulas. De ahí que en un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum, Barrio indicó que se está haciendo un análisis para buscar fórmulas que permitan atender a todos los peregrinos que llegan a Santiago, «pero no a la misma hora y no en los mismo actos». 

Precisamente de cara al próximo Año Santo 2021 el arzobispo confía en que las obras de la fachada estén completamente acabadas, ya que los últimos plazos sitúan el remate de los trabajos en finales del 2019, un año antes del inicio del siguiente Xacobeo.

Julián Barrio defendió en una intervención en el Hostal dos Reis Católicos la cristiandad como origen y parte de la cultura europea, y la convivencia entre creyentes y no creyentes. «Las religiones no pueden tener miedo a una laicidad justa, abierta», apuntó el arzobispo, quien abogó porque la praza do Obradoiro se convierta en el atrio de los gentiles. El responsable de la archidiócesis invitó a todos, creyentes y no, a franquear el Pórtico de la Gloria y a orar, «unos a un dios conocido por la fe, otros a un dios desconocido».

Guiño al alcalde

Preguntado por la decisión del alcalde de Santiago, Martiño Noriega, de no participar en actos religiosos como la ofrenda al Apóstol, Julián Barrió huyó de cualquier atisbo de polémica al zanjar que «una cosa sería mi propio gusto y otra cosa es la comprensión que lógicamente la Iglesia ha de tener en todo momento a todas las personas que conforman nuestra realidad social», apuntó ante los presentes, entre quienes se encontraba el propio regidor compostelano.   

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