Final feliz para el perro que vivía en O Cotón

emilio forján NEGREIRA / LA VOZDATA / AGENCIA

SANTIAGO

FORXAN

Un vecino lo adoptó después de que el animal estuviera un mes a la intemperie y rechazando ayuda

01 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El perro que desde hace aproximadamente un mes vivía a la intemperie en plena plaza de O Cotón, en Negreira, está por fin bajo techo. Y es que aún siendo varias las personas que se interesaron por adoptarlo, lo cierto es que resultó más difícil de lo esperado ganarse su cariño. Lo consiguió el pasado martes por la tarde un vecino de Negreira.

Una mujer que habitualmente le llevaba comida relató que fue algo sorprendente, porque hasta ese instante no había dado síntomas de querer dejarse ayudar: «Fixemos todo tipo de intentos, pero non houbo maneira. A min persoalmente deixaba que me achegase para darlle de comer, pero non esperaba. Este señor chegou, acariciouno e ao pouco tempo, seguiuno», a lo que añadió que los animales «teñen un instinto especial» para saber que una persona en concreto es la más adecuada para darle cariño y confianza.

Con el paso de los días fue creciendo la preocupación de los vecinos porque este perro no se dejaba coger. Lo intentaron en varias ocasiones con la colaboración de veterinarios que pensaron en adormecerlo con pastillas, pero ni con esas lograron capturarlo para entregárselo a quienes se habían interesado en adoptarlo. Hasta hubo un matrimonio que se acercaba prácticamente a diario hasta el lugar para ver si habían logrado cogerlo. Incluso el pasado domingo dos voluntarios de una protectora de animales probaron suerte y tampoco lo pudieron recoger. Mientras en las redes sociales iba en aumento la indignación por las jornadas de frío, sin que a su entender nadie estuviese haciendo algo al respeto, los vecinos llegaron a colocarle una caja de cartón junto al monumento al emigrante para que se refugiase del frío por las noches.

Su historia es la de un final feliz, pero como reconoce el alcalde, Jorge Tuñas Caamaño, «isto desgraciadamente non ocorre sempre así, porque na mesma situación, abandonados e sen ninguén que os adopte, hai moitos animais». Prueba de ello es otro perro de color negro que lleva más de dos años campando por la villa. No es nada dócil, de hecho empleados municipales intentaron capturarlo varias veces y desistieron del intento. De ahí que Tuñas pida que no los abandonen a su suerte.