Empresarios del casco viejo rechazan la extensión del veto a nuevos hoteles

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

La mayoría del sector ve un error mantener la prohibición de aperturas hasta el 2019

30 nov 2016 . Actualizado a las 09:58 h.

La suspensión de licencias hoteleras en el centro histórico aprobada por el Ayuntamiento apenas tiene aceptación entre el empresariado de la zona. Una medida limitadora de este tipo no es bien recibida, con carácter general, en el sector, aunque en algún caso la argumentación municipal puede suscitar comprensión. Es lo que piensa el expresidente de la Asociación de Hospedaxe José Antonio Liñares, que aboga por «un equilibrio». No obstante, directivos de la entidad y del colectivo de empresarios se oponen rotundamente a cualquier moratoria.

El gobierno municipal adoptó la decisión de modificar un artículo del Plan Especial que, en la práctica, viene a anular la posibilidad de abrir nuevos hoteles en el casco viejo durante dos años, ante lo que considera una saturación de alojamientos en la zona. La medida, aprobada el viernes, está en vigor desde el inicio de la presente semana. Por tanto, hasta diciembre del 2018, como pronto, no habrá nuevas camas.

«A min paréceme un gran erro», señala la secretaria de la Asociación de Hospedaxe, Rita Sobrado, que posee un establecimiento en la rúa Calderería. La directiva de la entidad le transmitió su parecer contrario a la decisión. Frente al argumento municipal de que hay un exceso de planta hotelera en la zona monumental, Sobrado estima que esa oferta es necesaria y se evidencia en épocas como el verano.

La «confusión» del Ayuntamiento está en la temporada invernal. A juicio de la empresaria, no se trata de anular la oferta de alojamientos en la temporada baja, sino de crear las condiciones para captar demanda, mediante actividades atractivas para el visitante. Además, ciñe la sequía a tres meses del año, y no a siete.

José Manuel Bello, presidente de la agrupación de empresarios Compostela Monumental y de la Asociación Española de Cascos Históricos, se muestra contrario por principio a cerrar la puerta a actividades en el casco viejo, y califica la decisión del grupo de gobierno de «atentado á liberdade de mercados».

Pone sobre la mesa la posibilidad de que, durante el tiempo de suspensión de licencias, una cadena hotelera de prestigio quiera implantarse en el casco antiguo y no pueda hacerlo. Le parecería grave que eso ocurriera.