El presidente de la Xunta y del PPdeG ve oportunidades para una «nova etapa política de diálogo responsable»
20 nov 2016 . Actualizado a las 00:23 h.Una semana después se ser nombrado presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo colgó el traje de la investidura y se puso los vaqueros para fijar los deberes del PPdeG para los próximos cuatro años. Sin triunfalismo, el también presidente popular ofreció un discurso a la directiva cargado de retos que comienzan «este luns» y que solo se cumplirán si el partido recupera el terreno perdido en la cita municipal del 2015. Pudiendo aferrarse a la «excepcional» victoria del 25S, Feijoo prefirió remitirse a los «malos resultados e os erros» de las últimas elecciones locales y llamó a interpretar correctamente las lecciones de las urnas para reconquistar algunas alcaldías estratégicas y las diputaciones provinciales en el 2019. Una victoria como la de septiembre, dijo, valdría para conseguir los objetivos, pero advirtió que este éxito es tan solo un «préstamo de confianza» y que solo lograrán cumplir el cometido si el PPdeG es capaz de atraer de nuevo a los que han perdido la fe en los partidos «e aos que se achegaron ao populismo».
En clave de relaciones políticas, Feijoo transmitió a los suyos la impresión de que en Galicia se ha abierto una nueva etapa que marcará distancias con la anterior convencido de que «a crispación impostada e o gamberrismo parlamentario non pasan á historia», y reivindicó el «sentidiño» de los votantes «ante a mística do cambio polo cambio: os galegos non somos un pobo de mesías, salvapatrias ou soberbios proféticos e gústanos máis facer que dicir». Esa idea le valió para justificar la repetición de un Gobierno «humilde» que a veces «titubea e que erra» pero que también acierta y que, a su juicio, es sincero con su pueblo. Le escuchaban atentamente en el escenario los conselleiros -solo faltaba Francisco Conde- y también un auditorio en el que estaban, entre otros, los delegados territoriales nombrados el pasado jueves y los presidentes provinciales, a excepción del ourensano Baltar, que se encuentra en Badajoz. Con todos ellos adoptó un tono más cercano a la arenga para reclamar a la familia popular y especialmente a los diputados que se preparen para «pisar as comarcas» y para estar cerca de la gente. Él mismo adquirió el compromiso de visitar en esta legislatura los 313 municipios gallegos. «Agora chega outra volta, a tarefa empeza de novo», subrayó.
El presidente de la Xunta recibirá al de Uruguay, Tabaré Vázquez, que tiene orígenes gallegos
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, emprenderá a finales de mes un viaje oficial a España en el que tiene previsto entrevistarse con el presidente, Mariano Rajoy, y con Felipe VI en Madrid, y a continuación se trasladará a Galicia para encontrarse con Alberto Núñez Feijoo, según informa Efe. Se trata del primer viaje oficial a España del mandatario uruguayo y en su agenda también ha querido tener presente a la tierra de sus abuelos, donde estará con el jefe del Ejecutivo gallego. El pasado mes de abril este cerró su visita oficial a Uruguay con una reunión con el presidente en la que se habló precisamente de encajar cuanto antes este encuentro.
En busca de inversiones
La visita de Vázquez a España se enmarca en la gira que el líder uruguayo está haciendo por diversos países en busca de inversiones, principalmente en infraestructuras, para cumplir con un ambicioso plan de inyección de más de 11.300 millones de euros para el período de su gestión (2015-2020). Acaba de viajar a Brasil, Argentina y China, y el lunes 28 estará en un desayuno de trabajo en la Ciudad Financiera del Banco Santander, en la capital. Ya con otro trasfondo, la intención de Vázquez es cerrar una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano antes de regresar a su país.