Duelo de contrastes en el principado entre el Andorra y el Obradoiro

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Los locales miden su baloncesto vertical y veloz al juego más cerebral de los visitantes

19 nov 2016 . Actualizado a las 12:23 h.

El Obradoiro visita esta noche, a las 21 horas, la cancha del Andorra, un rival que se le da bien. Le ha ganado las cuatro veces que se han enfrentado en la ACB. Pero ese es uno de los pocos datos estadísticos que juegan a favor del conjunto santiagués.

El Andorra es cuarto en el ránking de anotación; quinto en el de asistencias repartidas; segundo en el de valoración; primero en recuperaciones de balón; y también es el equipo que más faltas recibe. Como advirtió Moncho Fernández antes de emprender viaje hacia el principado, es igualmente un colectivo que busca siempre las transiciones rápidas. Y quizás por eso es de los que menos tiran desde detrás de la línea de 6,75 metros.

En el capítulo económico también gana el Andorra, con un presupuesto que se sitúa en el entorno de los cuatro millones de euros. El del Obradoiro no llega a tres. Y lo que le cunde a uno y otro club esa cantidad varía sustancialmente. Es la diferencia entre tributar un 10 % o un 45 %. Un desembolso salarial de un millón de euros se va a 1.100.000 en un caso y a 1.450.000 en el otro.

Los dos equipos encaran la cita con inercias de distinto signo. El Andorra está firmando un arranque de curso redondo, mientras que el colectivo de Moncho Fernández nunca sufrió una racha de lesiones como la de los dos últimos meses.

También son distintas las propuestas de baloncesto. La de Joan Peñarroya se asienta en la velocidad, la de Moncho Fernández en el cálculo de probabilidades. Los locales despliegan un juego más directo, más vertical. Los visitantes mastican más las jugadas.

El Andorra, que ya ha dejado atrás su jornada de descanso y que por tanto lleva un partido menos que el Obradoiro, se ha ido más veces a la línea de tiros libres (175-149); casi iguala la estadística absoluta de tiros de dos (287-292); y tira menos de tres (143-176). Se avecina un duelo de contrastes entre dos equipos que interpretan partituras de distinto corte.

Sin confianzas

Más allá de todos los matices que envuelven la contienda, al conjunto santiagués le espera un rival que está sobre aviso, a tenor de las apreciaciones de Joan Peñarroya, que no quiere ver euforia a su alrededor: «Somos el Andorra, no los Lakers. Si no jugamos bien, no ganaremos. Así de fácil. Nos enfrentamos a un buen equipo, que tiene buenos jugadores y un buen entrenador. Nos espera un partido muy difícil».

La expedición santiaguesa, incluido Urtasun, que aún no está para jugar, viajó por la mañana hasta el principado.