«Aquí se liga mejor que en Barcelona»

xosé manuel cambeiro SANTIAGO / LA VOZ

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álvaro Ballesteros

Francisco Dosaula, exjugador del Obradoiro, destaca la comunión que existía entre el club y la afición

19 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer contacto que ha tenido Paco con Santiago, tras llegar en coche desde Barcelona para jugar en el Obradoiro, fue con la Alameda. Horas después de arribar sudaba a mares ejercitándose en el parque con sus compañeros de equipo. Y la Alameda pasó a ser su hábitat y referencia vital. Además de entrenar, en esa área residió, trabajó y fueron al colegio sus hijos. «Toda mi vida giró alrededor de la Alameda», dice.

Compostela acogió muy bien a Dosaula y en ella encontró «más calidad de vida» y la tranquilidad que no se puede hallar en una ciudad como Barcelona: «Nos conocíamos todo el mundo». Precisamente el hecho de entrenar en la Alameda, expuesto al público, influyó en su contacto con la gente y en esa mayor interrelación ciudadana, tan del gusto del jugador: «Cuando entrenabas en la Alameda saludabas a la gente. Los jugadores americanos se paraban a admirar la Catedral. Incluso hemos corrido alguna vez por el medio de la ciudad. Suena a exótico, pero era así. Hoy se entrena a puerta cerrada, la ciudad es otra y hay más distancia entre los jugadores y la ciudadanía».

Evoca las llegadas a la plaza Roxa en autobús a horas intempestivas (como las seis de la mañana), tras los desplazamientos a otras ciudades, y la afición esperándoles tras hacer un alto en sus rondas de copas. Paco ya había descubierto la calidad de la noche compostelana.

En sus primeros pasos como santiagués, alguien se apoderó del corazón de Paco Dosaula y ancló su vida en la ciudad, en la que lleva residiendo 29 años. «Muchos compañeros aquí también fueron cazados por santiaguesas. Era típico». ¿Por qué? «Por el encanto de las compostelanas. Son melosas, muy cariñosas, celosas. Así somos presas fáciles. Vengo de Barcelona y ahí para ligar tenías que hacer un máster. Hay más recelo. Aquí hay más naturalidad y fluidez, me acogieron con cariño y hallé amistad».

Un puntal en el equipo

Paco fue un puntal en aquel Obradoiro de máxima categoría. Iba menos gente a la cancha que hoy por las dimensiones de la ciudad, pero existía una comunión del equipo con la gente «más íntima que hoy» y una excelente relación en el seno del club: «Comía todos los días con seis o siete compañeros». Y aún mantiene relaciones con antiguos jugadores porque, dice Dosaula, se encarga de ello Tonecho. «Tonecho es un crac», enfatiza.

Cuando el Compostela ascendió a primera división, Paco se temió una repercusión negativa para el Obradoiro: «Pero ambos se compaginaron muy bien. En Santiago hay afición para los dos clubes, y también para el Santiago Futsal». A juicio de Paco, el club baloncestístico «echó raíces en la ACB» y eso es para él un buen síntoma. «La estructura del equipo está bien, se ficha bien, el cuadro técnico bien», asevera. El problema es el dinero, «la necesidad de confeccionar un equipo con dos millones de euros».

Pero el Santiago donde se conocía todo el mundo ya no es el mismo. Ha crecido. Y esa ciudad familiar que le encantaba al barcelonés-compostelano es más anónima y no le hace el mismo tilín que entonces. La única objeción, enseguida disuelta, que el ex obradoirista le vio a Santiago al llegar era la ausencia de una oferta de servicios como Barcelona, pero curiosamente la ciudad está cubriendo cada vez más demandas y perdiendo, por contra, familiaridad. De venir hoy, Dosaula se lo pensaría a la hora de decidir quedarse. Ahora está muy enraizado, su mujer y sus hijos son ya compostelanos, él se siente compostelano, y Compostela es su ciudad.

Además, en una época de crisis como la actual, «que llegó a Santiago más tarde que a otras ciudades», Paco piensa que en esta ciudad es más fácil recuperarse.

Nombre. Francisco Dosaula López, que llegó con 24 años y hoy tiene 53.

Profesión. Exjugador del Obradoiro y labor vinculada a la sanidad y el comercio.

Rincón elegido. La Alameda, porque su vida está vinculada a este ámbito de la ciudad.