Reconocimiento

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez CON BISTURÍ

SANTIAGO

26 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Que Matemáticas se coloque entre las cien mejores facultades del mundo otorga un íntimo orgullo a quien ya se siente compostelana de adopción y ocupó durante unos años las aulas de la institución. También que la histórica USC siga escalando puestos en el ránking de Shanghái, o que investigadores como José Luis Mascareñas, Francisco Rivadulla, Carlos Salgado o Diego Martínez, por mencionar solo algunos, se codeen con lo mejor de lo mejor en ciencia.

A la Universidade de Santiago hay que recordarle sus defectos y reconocerle también sus virtudes. Hay que criticar la endogamia universitaria, la reticencia a los cambios, la burocracia excesiva, la falta de adaptación a las demandas que la sociedad incorpora año tras año, pero también aplaudir el trabajo excelente de cientos de sus empleados. Trabajo que, muchas veces, se hace fuera del horario laboral, multiplicando considerablemente las horas teóricas que convertirían a los funcionarios universitarios en privilegiados.

La USC acaba de publicar en el Diario Oficial de Galicia la convocatoria de cinco nuevas plazas de titular universitario y cuatro de catedrático. Bien hecho si con ello refuerza áreas deficitarias y camina en busca de la excelencia. Dar paso a los jóvenes profesores, que impulsan la investigación, renuevan departamentos y traen un soplo de aire fresco es fundamental para cualquier universidad. También darles estabilidad para que no huyan tras años de precariedad. Reconocer con una cátedra el trabajo constante y eficiente también es de recibo. Pero siempre a quien se lo merezca, y no en un reparto de cartas.