«Nos piden ayuda personas que dicen tenerlo todo, pero que no son felices»

Joel Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

RAQUEL CACABELOS

Mantienen un grupo en la ciudad desde el 2009, que se reúne una vez a la semana

26 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2009 se constituyó el grupo de Emotivos Anónimos de Santiago. «No es muy numeroso. Nos reunimos los martes, a las 20.15, en un local de Cáritas, en San Roque. Vienen personas con dificultades para controlar sus emociones, por depresión, ansiedad, angustia, ira, autoestima baja, insatisfacción en las relaciones sociales y otras situaciones. Durante hora y media compartimos experiencias. Lo primero es aceptar que esas emociones son un problema. Después, cada persona debe empezar a trabajar para encontrar sus propias soluciones», afirma Gemma, que coordina el grupo compostelano.

Algunas de esas personas «van a psicólogos, médicos, psiquiatras y otros profesionales. Otras han ido alguna vez. Otras nunca. No es incompatible con venir a nuestro grupo, que trata de servir de autoayuda, que vean que no están solas», agrega.

Buena parte de quienes acuden «suelen pertenecer a familias desestructuradas emocionalmente; aunque no siempre desestructuradas económicamente o socialmente. Son personas a quienes en su hogar no les valoraban, les decían que no valían para nada y eso impide hacer muchas cosas», sostiene. En las reuniones «no se dan consejos. Cada uno cuenta su experiencia y va aprendiendo de lo que otros van contando».

Jesús, que coordina en Vigo el grupo gallego más numeroso, aconseja que «para contactar con nosotros nos envíen un correo electrónico a info@emotivosanonimos.org o a través del teléfono 604055302. Les explicamos cómo se funciona de forma anónima, que no se rechaza a nadie por cuestión de religión; o que no hay cuotas ni se exige contribuir económica: al acabar cada reunión pasamos una bolsa, en la que se mete la mano cerrada, porque esa mano puede ir vacía, y se saca abierta». Gemma explica que en Santiago «el dinero que se recauda es para gastos de funcionamiento: para el local, fotocopias o teléfono».

Equilibrio de sexos

En las reuniones suele darse «equilibrio de varones y mujeres. Cada uno viene cuando quiere. Es como Alcohólicos anónimos: hay gente que lleva años, otros van un tiempo. Yo llevo 22 años, antes estuve en otros grupos de ayuda», dice Jesús.

«Es importante darse cuenta de las virtudes y defectos. A veces lo que crees virtudes, en el grupo te das cuenta que son defectos, y al revés; en las reuniones se encajan piezas», sostiene Gemma.

Emotivos Anónimos prepara para octubre un encuentro con otros colectivos. Gemma y Jesús aseguran que con la crisis económica no notaron un gran incremento de asistencia: «Nos piden ayuda personas que dicen tenerlo todo, pero que no son felices», dice Gemma. «Aunque parezca mentira, cuando tú estás en situación de bonanza económica, tienes de todo y tu vida no funciona, igual te das más cuenta de que hay algo que falla y eso te lleva a pedir ayuda. Cuando no tienes dinero, piensas que eso es la causa de tu infelicidad y te empeñas en conseguirlo porque crees que así vas a resolver tus problemas. Pero cuando de verdad necesitas apoyo es cuando tu vida se ha convertido en algo incómodo, hay algo como un zapato que aprieta: falta de satisfacción, sentido a la vida, problemas en la relación con los demás o con uno mismo, y en esos casos en nuestras actividades pueden encontrar ayuda», mantiene Jesús.