Figueiras no recibió ninguna ayuda tras el incendio del verano pasado

Brais Capelán SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

Medio Rural ignoró hasta dos peticiones de entrevista con la representación vecinal

26 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Os incendios apáganse no inverno, e non no verán» es una de las frases más recurrentes en las últimas semanas, puesta en boca de políticos, afectados y autoridades. Quien la pronuncia ahora es Xosé Quintáns, presidente de la asociación de vecinos Nova Xeira, de Figueiras. Precisamente en la parroquia santiaguesa no se ha hecho «absolutamente nada» ante la llegada de la temporada estival, pese a los múltiples precedentes que sitúan al lugar como un punto negro en lo que a fuegos forestales se refiere. Este mismo año también han tenido lugar pequeños incendios en la parroquia compostelana.

El 23 de julio del 2015 las llamas arrasaban más de 60 hectáreas de monte en Figueiras. Se activó incluso el nivel 2 de alerta como consecuencia de la cercanía del incendio a las casas, que hubo que desalojar con las consecuentes estampas de desesperación de los vecinos. Desde entonces no se ha repoblado el terreno ni se han destinado fondos para la prevención de nuevos fuegos, pese a ser un lugar que requiere una vigilancia y cuidado especial.

«Supoño que a rápida reacción deste ano débese á repercusión que tiveron os lumes na prensa e a proximidade das eleccións», asegura Xosé Quintáns. El representante vecinal recuerda que llegó a solicitar en dos ocasiones una entrevista con la conselleira de Medio Rural para trasladarle las peticiones de los habitantes de Figueiras con respecto al cuidado del monte. Ninguna de sus peticiones tuvo respuesta por parte de Rosa Quintana (que dejó esta consellería en octubre del 2015) y Ánxeles Vázquez, actual responsable del departamento.

La principal demanda que Xosé Quintáns quería trasladar a Medio Rural es la necesidad de organizar las parcelas del monte: «Se estivera correctamente delimitado o terreo, non estaría agora neste estado salvaxe no que se atopa». El representante vecinal sostiene que es necesaria la intervención de la Xunta, ya que los propietarios de los terrenos no tienen capacidad suficiente para organizar la separación de las fincas.

Además de la concentración parcelaria, otra de las demandas más importantes de los vecinos de Figueiras es la limpieza preventiva de los montes. «Se a inversión que fai a Xunta en equipos de extinción de lumes a destinase ao saneamento dos montes durante o inverno, evitaríanse moitos incendios», asegura Quintáns, que recuerda episodios ocurridos durante los últimos fuegos: «Nun que ocorreu preto de Fontecoba tivo que ir unha escavadora ás doce e media da noite a facer un corredor en medio das lapas. Se o tiveran feito antes, o pobre home que conducía o vehículo evitaría ese risco». El vecino de Figueiras considera que, en determinadas ocasiones, las labores de extinción «pouco poden facer» para apagar los incendios: «Se se dan as condicións climáticas, é imposible que os medios aéreos poidan apagar rapidamente un lume».

Desde la asociación vecinal también se pusieron en contacto con el Concello, concretamente con el concelleiro de Medio Rural, Rafa Peña, muy activo en el asesoramiento a los afectados por los fuegos. Sin embargo, pese a todas las quejas y peticiones de los habitantes de Figueiras, solo prosperó una reclamación de un propietario particular, que vio como su parcela de eucaliptos sufría daños durante uno de los incendios y, tras exigir a la Xunta una compensación, consiguió recuperar parte de lo arrasado por el fuego.