«Los empresarios no queremos ayudas, sino que haya trabajo»

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo A CORUÑA / LA VOZ

SANTIAGO

CESAR QUIAN

Afirma que la crisis se está superando a nivel macroeconómico, pero que aún no se aprecia entre los más pequeños

22 jun 2016 . Actualizado a las 00:33 h.

Comenzó como presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC) allá por el año 2000, y por lo menos seguirá en el cargo hasta el 2020, después de ser reelegido por quinta vez consecutiva. Antonio Fontenla Ramil (A Coruña, 1943) confiesa que el gran trabajo y apoyo de sus compañeros ha sido el que ha permitido que siga al frente de la patronal coruñesa, en un momento en el que comienza a notarse una cierta recuperación.

-¿Ya se ha acostumbrado al cargo después de 16 años?

-Bueno sí, empiezo el quinto mandato y no sé si llegaré hasta el 2020. No se tiene por qué agotar el mandato, pero era un momento poco adecuado para abandonar la CEC sabiendo lo que pasa en la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).

-¿Cómo está la patronal gallega?

-La situación era complicada, el problema está en que posiblemente fue un trauma para los que perdieron y hubo ciertas distensiones. No hubo un acuerdo de consenso de hasta dónde se tiene que pelear y que luego tiene que reinar la paz. Lo que tenemos que hacer es estar todos de acuerdo para servir al empresariado gallego.

-Después de tantos mandatos, ¿está el empresariado en su mejor o en su peor momento?

-Cuando yo empecé en el año 2000 acababa de llegar Aznar al Gobierno y se produjeron dos hechos importantísimos: nuestra entrada en el euro, que fue una sorpresa porque creíamos que España no iba a poder llegar y se hizo un esfuerzo importantísimo; y luego también llegó el Prestige. Aquí tuvimos una actuación importante en poder lograr que el Gobierno tomara clara conciencia de lo que suponía para Galicia. Tuve dos reuniones con Aznar y le trasladé nuestros problemas, y le dije: «Mientras usted no pise las playas de Galicia, los gallegos no vamos a creer que esto lo van a solucionar». Luego vino el Gobierno de Zapatero, que no supo ver la crisis cuando en España estábamos en plena burbuja inmobiliaria. Nadie supo ver la crisis, los empresarios tampoco lo supimos ver, pero el Banco de España tampoco supo intervenir.

-Se habla de recuperación, ¿los empresarios la notan?

-En estos momentos da la sensación de que estamos saliendo de la crisis. España está creciendo, el año pasado un 3,2 %, y aunque este 2016 se presentaba con menor crecimiento, esta semana en una reunión en la CEOE se vio que la economía sigue marchando muy bien. Distingo la macroeconomía española, que sigue marchando muy bien, de la microeconomía, los autónomos, que aún no ven esa mejoría. La lluvia que cae todavía no caló en las partes bajas del empresariado.

-¿Cómo se plantea el futuro?

-Estamos en un momento de indecisión por dos temas. Uno son las elecciones del día 26. De momento hay normalidad, mientras no salga un Gobierno que marque destinos distintos de los que se están llevando, sea del partido que sea, yo ahí soy apartidista, pero tiene que ser un Gobierno serio, con rigor y que dé confianza a Europa para seguir creciendo. El otro tema que nos puede influir es el Brexit, que se calcula que afectará en un 2 % del PIB.

-Habla de la influencia de los gobiernos, en A Coruña acaban de aprobarse los presupuestos. ¿Qué implica esto?

-La Confederación de Empresarios de A Coruña tiene ámbito provincial y mantenemos una relación cordial con los concellos, porque entendemos que tenemos que transmitir lo que molesta a los empresarios, y yo así lo hago. Un presupuesto es dinero que te dan para poder repartirlo, y mientras no se aprueba es muy difícil poner en marcha las inversiones. Le pedí al alcalde que pongan en marcha todas las actuaciones, porque son muy importantes para dos sectores: constructores y promotores. Le pedí que todas las obras que están paralizadas se pongan en marcha y también todos los temas de urbanismo. Cada vez que hay un cambio como el que hubo se produce un parón, y lo que hay que pedir es que se aceleren las inversiones todo lo posible dentro de la legalidad. Nosotros lo que le pedimos a las Administraciones es que se dejen de ayudas, y pongan todo lo necesario para que se desarrolle el clima empresarial. Los empresarios no queremos ayudas, sino que haya trabajo. Que inviertan donde tienen que invertir, y los empresarios ya haremos nuestro trabajo.