El Compos, contra las cuerdas al dimitir Fredi y Pedro Quinteiro

Ignacio Javier Calvo Ríos
naso calvo SANTIAGO / LA VOZPONTEVEDRA / LA VOZ

SANTIAGO

sandra alonso

El conjunto compostelano camina sin rumbo tras la marcha del entrenador y el director deportivo por serias discrepancias con el presidente, Antonio Quinteiro

18 jun 2016 . Actualizado a las 09:11 h.

Hace mucho tiempo que el Compostela camina sin rumbo. Hace meses que la entidad blanquiazul zozobra en un mar sin demasiadas turbulencias. Cualquier golpe de viento, por muy pequeño que sea, hace temblar la embarcación que preside Antonio Quinteiro. El conjunto santiagués vive en una permanente crisis, casi sin directiva, sin un proyecto claro y con un total descontrol de la situación.

La dimisión de Fredi Álvarez, que ya no sorprende a nadie por los acontecimientos de las últimas semanas, es la gota que colmó el vaso. El de Moaña no aguantó más y su decisión le honra, pues bien podría hacerse cargo del equipo y aceptar todo lo que se imponga desde la zona noble sin rechistar. Fredi hace tiempo que se dio cuenta del mal funcionamiento del club, en donde se toman decisiones sin mucho sentido, sin lógica, decisiones que se cambian varias veces en el mismo día. El ya exentrenador del Compos lleva semanas reclamando el comienzo del nuevo proyecto, pero nunca encontró respuesta. Al final, se le acabó la paciencia y decidió arrojar la toalla. Eso sí, decidió hacerlo en silencio, sin hablar, sin criticar al club, sin decir realmente lo que piensa. Puso fin a su segunda etapa en el Compostela mordiéndose la lengua y con la honradez que le caracterizó durante todos estos años como entrenador.

Con él se va también el hijo del máximo mandatario. Pedro Quinteiro también puso su cargo encima de la mesa y abandonó ante la falta de criterio y la escasez de ideas de los dirigentes. El director deportivo, que tenía una relación muy estrecha con Fredi Álvarez, tampoco ve mucho sentido al nuevo rumbo que se quiere tomar. Ambos llevaban meditando en silencio un nuevo proyecto para Tercera División, al que Antonio Quinteiro dio carpetazo.

Nadie se atreve a dar un paso

En este Compos solo tiene voz y voto el presidente. Y cuando Antonio Quinteiro no está en la ciudad, algo que a lo largo del curso ocurre muy habitualmente, el club se detiene en una estación sin destino. Nadie se atreve a dar un paso al frente sin su autorización, nadie es capaz de tomar una decisión en su ausencia.

Desde que se confirmó el descenso a Tercera, ni un solo avance en el club. Los jugadores desconocen su futuro, pues nadie habló con ellos de forma oficial. De este modo, jugadores que interesaban y estaban en la agenda del nuevo proyecto ya empezaron a volar. Fredi Álvarez y Pedro Quinteiro veían con muy buenos ojos la continuidad de Jimmy, Catú, Manu Rodríguez, Jordan, Josu, Portela, Chiño, Mon, Pato Guillén? Jugadores que seguramente estarían dispuestos a rebajar sus nóminas si se les hubiese presentado un proyecto ambicioso y en condiciones.

Pero en el Compos se lo tomaron con mucha calma y sin demasiado interés. Jimmy y Catú, por respeto al club y por el amor que sienten por este escudo, siguen esperando. Pero poco a poco los futbolistas se buscan destino. Manu Rodríguez y Jordan se van al Coruxo y Portela jugará en el Pontevedra de Luisito.

El presidente quiere apostar por la cantera, pero un equipo de Tercera División con canteranos no se hace de un día para otro. La cantera es una apuesta a medio y largo plazo, nunca a corto plazo.

Ahora, el Compostela tendrá que reinventarse de nuevo, pero si no se le aplica más sentido común a las decisiones, el fracaso casi está garantizado.