«Que madres y padres cuenten con nosotros para todo es un gran avance»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

xoán a. soler

«La relación con las familias puede mejorar, pero ha cambiado mucho», sostiene

05 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La experiencia de 18 años como especialista de orientación en centros gallegos de enseñanza no universitaria fue la base de la intervención de la psicóloga Ana Torres Jack en el tercer Congreso de Psicoloxía Profesional de Galicia. Habló de la relación con las familias «que se puede mejorar, aunque ha cambiado mucho desde que comenzaron los departamentos en colegios públicos gallegos, en 1997», afirma.

-¿Cómo son las familias que acuden ahora a orientación?

-Hay paradojas. Tienen mucha información, saben lo que es bueno para sus hijos, pero de una manera teórica. Porque en la práctica, apenas les dedican tiempo, a veces solo una media hora por la noche, cuando se sabe que eso no es lo ideal, porque los niños hoy viven bajo mucha presión; o conocen su enganche tecnológico, que también se sabe que no es bueno para su desarrollo, y se les deja engancharse dos horas a la tele; que en un restaurante usen teléfono móvil, o que se tiren horas en la PlayStation.

-¿Cómo se explica eso?

-Por comodidad. No es cuestión de culpabilizarles, pero algo está fallando. Se ve algo que no se debe hacer, que es perjudicial para los hijos, y se deja que ocurra.

-¿Qué preocupaciones les transmiten madres y padres?

-A veces plantean casos de acoso, que son simples conflictos entre escolares, incluso necesarios para aprender para la vida. O problemas sentimentales de sus hijos: cambios de look de la adolescencia, las primeras borracheras...

-¿Son temas adecuados?

-Que madres y padres cuenten con nosotros para todo es un gran avance, aunque sea solo para tranquilizarlos. Y esa demanda, que a veces es excesiva, llega además a los gabinetes psicológicos privados. Hace años era como vergonzoso ir al psicólogo, ahora para nada.

-¿Y qué les recomiendan?

-Por ejemplo, que se centren en apreciar las potencialidades de los hijos en vez de sus debilidades; o que les presten más atención hasta los 12 años. Hay que empoderar a los padres, porque son quienes mejor conocen a sus hijos y les pueden ayudar; mejor que las actividades extraescolares o un gabinete. Si están con ellos y les observan, saben perfectamente como ayudarles.

-¿Qué papel asumen los departamentos de orientación?

-Nuestra función ha cambiado mucho. En los colegios públicos gallegos no sabían muy bien qué hacer con los primeros departamentos de orientación, dónde colocarlos, incluso generaban cierta desconfianza. Y pasamos de ser un poco el enemigo, o el profesional a quien relacionaban sobre todo con problemas, a ser un aliado. Hoy la orientación es clave. No solo somos apagafuegos, hay una visión mayor que la psicopatológica.

-¿Qué hacen, entonces?

-Mucha labor de prevención: talleres de educación afectivo-sexual, prevención de drogodependencias, enseñar técnicas de estudio, orientación vocacional, adaptaciones curriculares y apoyos para escolares con necesidades, trabajar los riesgos de Internet, a veces en colaboración con otras organizaciones. Se hace mucha labor preventiva y asesora con el alumnado.

-¿Les influye la Lomce?

-Sí, los cambios de la Lomce crean mucha angustia al alumnado y a las familias. Y no solo las reválidas. Es una ley un poco perversa; desde tercero de ESO encamina mucho al alumnado, no le abre tantas puertas como ahora.

Publicaciones. Entre sus publicaciones está Guía de orientación educativa (Biblioteca Gallega, La Voz de Galicia, 2010) y una web especializada. Colabora en La Voz de la Escuela.