No hay marcha atrás y Turkish se irá el día 3 sin aguardar a octubre

Santiago / la voz

SANTIAGO

En mayo del 2013 aterrizó en Lavacolla el primer avión de la ruta Santiago-Estambul.
En mayo del 2013 aterrizó en Lavacolla el primer avión de la ruta Santiago-Estambul. álvaro ballesteros

La compañía ya no respondió a la carta que le había remitido el Ayuntamiento

23 may 2016 . Actualizado a las 18:55 h.

Santiago perderá a principios de mes una de sus grandes bazas aéreas: la conexión con el gran mercado asiático. No ha habido marcha atrás y la compañía turca se lleva los bártulos a otro sitio. El gobierno local le remitió hace tiempo una carta firmada por el alcalde a los responsables de la aerolínea para que mantuviesen su actividad hasta el mes de octubre. No va a poder ser. Directivos de Turkish indicaron a este periódico que el día 3 «habrá el último vuelo en Lavacolla».

En la misiva el Concello le pedía a la compañía que hiciese números con una amplia perspectiva, es decir, hasta el otoño al menos, para comprobar los resultados. Y es que la decisión de Turkish Airlines se produce en un año en el que se palpa un incremento del movimiento de pasajeros internacionales.

La carta municipal llegó a las estancias de Turkish, pero fue respondida con el mutismo. «Non obtivemos resposta por parte da compañía», lamenta el gobierno compostelano. El directivo de Turkish, Ertan Alpay, reconoce que no hubo ningún contacto con el Concello «porque la marcha ya estaba prevista, ya la hemos anunciado».

Y de octubre, nada. ¿Contemplan la posibilidad de quedarse o retornar? «Las frecuencias ya las tenemos en Oporto», dice Alpay. No hay vuelta atrás. El Concello, por su parte, señala que no hay otras fórmulas de amarre porque Turkish «non funciona con convenios de tipo económico e entende que empresarialmente é mellor marchar».

Turkish había llegado a Galicia en el año 2013 atraída por la onda turística pero, más que eso, por la larga sombra de Inditex. Y de hecho probó a aterrizar y despegar de Alvedro antes de Lavacolla. El aeródromo herculino era suficiente para el pasaje, pero no para la amplitud de la carga que podía reportar la compañía textil. Y, tras unos contactos con las autoridades compostelanas, Turkish optó por el aeropuerto de Santiago debido a la mayor apertura de pasaje que ofrecía.

Amplio abanico

Y eso es precisamente lo que le recordaría un poco después Turkish al Concello: que Lavacolla tenía que abrir el abanico gallego y no solo el compostelano. Es decir, que tendría que operar para dos millones de personas y no para 95.000, y que los localismos estaban frustrando ese escenario. La coordinación de los aeropuertos gallegos entraba de lleno en la polémica. Esa coordinación que ahora mismo se está intentando alcanzar una vez más tras la exposición de las propuestas de las ciudades.

«Nós seguimos apostando pola coordinación aeroportuaria, sobre todo con A Coruña, que é o Concello más receptivo a esa colaboración, e instando á Xunta para que asuma as súas responsabilidades en relación á política aeroportuaria», expresan en Compostela Aberta.