Un joven, al tribunal que le perdonó ir a prisión: «Xa me chegou para aprender»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El acusado asentía a cada palabra del juez, que le explicó que no entrará en la cárcel si no vuelve a delinquir en dos años

05 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los que no creen en el carácter redentor de la Justicia deberían pisar más los tribunales. Historias como la de Sergio G. R. demuestran que fiscales y jueces siempre optan por dar una segunda oportunidad cuando no hay delitos sexuales o de sangre de por medio. A este joven de Noia le pedían cinco años de prisión por narcotráfico. El 19 de julio del 2013, la Guardia Civil le sorprendió cuando circulaba por la comarca de Barbanza con 99,4 gramos de cocaína encima.

El juicio se celebraba ayer en la sección compostelana de la Audiencia Provincial y el acusado tenía pocas posibilidades de salir bien parado. Él bien lo sabía. Por eso estaba hecho un flan. Esperó nerviosísimo los largos minutos en los que su abogado negoció con la fiscala. La intención de la defensa era rebajar esa petición de pena e intentar evitar que ingresara en prisión. El letrado salió al fin y cuando le dio la buena noticia los ojos de Sergio se tornaron aún más vidriosos.

 

Segunda oportunidad

Estaba contento y tenía motivos. La fiscala le daba una segunda oportunidad. Entró en la sala y se sentó en el banquillo de los acusados con la tranquilidad de saber lo que iba a pasar. El magistrado que presidía el tribunal le informó del acuerdo. Aceptaba los hechos y una pena de dos años de cárcel, así como una multa de casi 3.000 euros que podrá conmutar por noventa días de trabajo para la comunidad, dado que se declaró insolvente.

Sergio asentía cada palabra del juez, que le explicaba que no tendría que entrar en prisión si no volvía a delinquir en los próximos dos años. «Si vuelve a delinquir tendrá que cumplir la nueva pena y esta», le advertía. «Pero no puede ni tan siquiera conducir bajo los efectos del alcohol», le insistía.

«Eu xa non bebo», respondía el acusado, y para tranquilizar a la sala y convencerles de que hacían lo correcto dándole una segunda oportunidad terminó con un convincente «a min xa me chegou para aprender».

crónica la fiscala le bajó de cinco a dos años la pena por narcotráfico