El área de velocidad 30 alcanzará a todo el espacio central de la ciudad

M. O. santiago / la voz

SANTIAGO

La avenida de Lugo definirá el ámbito de 30 junto con Romero Donallo, Galeras y la avenida Castelao.
La avenida de Lugo definirá el ámbito de 30 junto con Romero Donallo, Galeras y la avenida Castelao. Á. B.

El futuro modelo de buses quiere reducir la espera a 5 minutos en las líneas principales

01 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El gobierno municipal quiere implantar con carácter general el área de velocidad 30 en la parte más consolidada del casco urbano. Esa es la limitación que, al margen de aquellas vías que ya la tienen por debajo, imperaría en el futuro en buena parte del espacio central de la ciudad. Es su apuesta para el ámbito comprendido entre Romero Donallo, la avenida de Lugo, Rodríguez de Viguri, la avenida de Castelao y Galeras. La intención es que todo lo que quede dentro del perímetro que marcan esos viales no supere en el futuro normativamente los 30 kilómetros.

Lo que se localice dentro, porque los trazados que precisamente delimiten ese ámbito sí permitirán la circulación hasta 50, con la salvedad de Galeras. Las condiciones de la reforma acometida hace unos años en esa calle ya moderaron el impacto de la velocidad, pero sus residentes todavía ven elevado el máximo permitido. El disco con la limitación a 30 se extendería en este caso hasta llegar a la carretera de Noia, donde se mantendrá el de 50.

El mapa final de las velocidades está pendiente de lo que resuelva el nuevo plan de movilidad, en proceso de elaboración, pero la apuesta por una «cidade máis amable» en materia de movilidad es una prioridad para Compostela Aberta. Y en ese tipo de ciudades la preferencia corresponde primero al peatón, después a las bicicletas, después al transporte público y por último al privado, expone el concejal de Mobilidade, Jorge Duarte, quien defiende que el tráfico particular tiene que adaptarse. Y eso significa que o está dispuesto a convivir con esas prevalencias en el centro urbano o que deberá buscar otras alternativas de movilidad fuera. En definitiva, de lo que se trata es de que el tráfico que todavía utiliza el centro para moverse de norte a sur, lo evite, lo que incidirá en una mayor movilidad del transporte público. Porque la reducción del tráfico privado hará que el transporte urbano circule mejor. Una ciudad más amable en esa materia hace también que el transporte público «sexa máis eficiente».

Y en esa línea va no solo el enfoque que el Ayuntamiento quiere dar a los nuevos parámetros de movilidad, sino a la reformulación de las líneas del transporte público en la que está inmerso y que en mayo, o junio a lo sumo, quiere exponer a la ciudadanía.

Menos líneas

Ese proyecto apuesta por una reducción de líneas y la organización del servicio con trayectos más radiales y circulares y con mayor extensión al rural. El centro urbano se atenderá con las cuatro líneas que ahora mismo mueven más pasajeros y con frecuencias de diez minutos, lo que significa tiempos de espera de cinco minutos. Ahora mismo en esas mismas líneas los tiempos de espera oscilan entre los 10 y los 30 minutos. La reducción de esos tiempos es uno de los objetivos de un modelo de organización del transporte público «moi diferente» al actual, avanza Duarte.

Al margen del rediseño de las nuevas líneas, ese modelo incluirá la fijación de un intercambiador para el transporte público en el Hórreo, liberando en buena medida de esa función a la plaza de Galicia, referente ahora mismo para 18 de las 23 líneas en torno a las que está estructurado el servicio de la ciudad. El Concello pretende tener el nuevo modelo para principios del próximo año. En breve presentará las líneas esenciales para seguir ahondando hasta entonces en la solución definitiva.