Un grupo de dieciséis mujeres de Dubái peregrina desde Sarria y reivindica el carácter integrador de la ruta
30 abr 2016 . Actualizado a las 17:06 h.Son mujeres y musulmanas. Salieron de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, para recorrer la principal vía de peregrinación cristiana, el Camino de Santiago. Son el más puro ejemplo de cómo culturas y religiones distintas pueden hermanarse y buscar lo mucho que les une en lugar de empeñarse en enzarzarse en lo poco que les separa. «En el Camino cristianos y musulmanes somos iguales», explica Hala Kazim, la organizadora de esta aventura en la que se han embarcado otras quince compatriotas que participan en su programa de autoafirmación personal a través del excursionismo.
El grupo entró exhausto en Santiago tras completar los 111 kilómetros de ruta desde Sarria. Es la tercera vez que Kazim recorre el Camino y reivindica su carácter integrador por su belleza, su significado y su importancia histórica. «Ya no es solo para cristianos, es para todo el mundo porque es muy hermoso y espiritual. Al final del día todos somos iguales, da igual de dónde vengas», afirma.
Tras la obligada visita a la catedral y al Apóstol, sellaron sus credenciales en el centro de atención a los peregrinos y después descansaron en el hotel situado en el convento de San Francisco. «Todo ha sido perfecto», asegura Hala Kazim. En esta ocasión le ha acompañado su hijo de 12 años. «Hemos visto tantas cosas hermosas y la gente es tan amable... Nos han ayudado mucho, estamos muy agradecidas», añade. En sonrisa se fusionan cansancio y satisfacción. Y también la esperanza de hermandad entre cristianos y musulmanes.