Noriega rectifica y no obligará a los vecinos a pagar el arreglo de vados

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El Concello dejará de exigir la reparación de vados, pero solo a partir de la nueva ordenanza.
El Concello dejará de exigir la reparación de vados, pero solo a partir de la nueva ordenanza. Xoán A. soler

Mantiene las actuales reclamaciones de arreglo, pero la nueva ordenanza eliminará el artículo en que las basó

27 abr 2016 . Actualizado a las 08:40 h.

Compostela Aberta dará marcha atrás en su polémica exigencia de demandar a las comunidades con vados que asuman el arreglo de sus desperfectos. Pero no lo hará con carácter inmediato, como venía exigiendo la oposición después de cuestionar la aplicación por parte del actual gobierno de una medida que no había puesto en marcha ningún otro ejecutivo en base a la también cuestionada interpretación de un artículo de la ordenanza de ocupación de la vía pública, cuya revisión la corporación aprobó iniciar recientemente por unanimidad.

La modificación conllevará la eliminación de dicho artículo, según la propuesta que CA presentó ayer a las demás formaciones, pero hasta entonces esa exigencia seguirá vigente. Ello implica que no solo se mantendrán los requerimientos a las 13 comunidades que ya los han recibido (a los que se suman otros dos expedientes de titulares no apercibidos pero que han comunicado que asumirán reparaciones), sino que se seguirán tramitando aquellos otros en los que medien informes técnicos y policiales que adviertan problemas de seguridad. Así «fíxose ata agora», según el edil Xan Duro, quien defiende que hasta entonces sigue vigente la actual ordenanza.

La revisión precisará todavía meses, porque no es ese el único cambio que se perfila. Los habrá también en el cálculo de la tasa, lo que implica estudios económicos. En adelante se introducirá el número de plazas como elemento básico. Ahora lo son los metros lineales y la superficie del vado. Supondrá que aquellos de uso más intensivo soportarán más carga tributaria. Será «unha redistribución máis xusta da recadación» que no necesariamente debe implicar más ingresos, dice Duro, aunque sí pretenden mejorarlos con la inspección de los vados irregulares. Hay unos 3.000 no dados de alta, el doble que los 1.600 sí regularizados.

La revisión de la ordenanza rectificará otras medidas de ocupación de la vía pública introducidas por el gobierno de Currás y no exentas tampoco de polémica, como la exigencia de fianzas para realizar actos en espacios públicos o la prohibición de juegos en calles y plazas que pudiesen representar molestia o peligro para el tráfico rodado. Las fianzas se sustituirán por una declaración responsable y solo se mantendrán si las circunstancias del acto o del espacio lo aconsejan. En el caso de los juegos, decaerá la prohibición para apostar por la «axeitada convivencia». En obras de cierta duración que precisen vallado se obligará también a instalar un panel para cartelería de difusión social y se ampliará de 2 a 3 años el plazo de garantía de las obras que supongan la reposición de pavimentos.