La USC inicia un expediente disciplinario contra el profesor que criticó un escote

SANTIAGO

La medida se produce horas después de que un grupo de alumnos se quedasen en sujetador en el aula de Luciano Méndez

18 mar 2016 . Actualizado a las 10:44 h.

Justo un mes después de que seis alumnos de la Facultade de Económicas de la USC presentasen un escrito en el decanato del centro por los comentarios sexistas del profesor Luciano Méndez durante el transcurso de una clase, el docente se vio envuelto ayer en una nueva polémica.  

Un grupo de nueve estudiantes (de entre los que ocho eran chicas) del Máster en Educación, Xénero e Igualdade de la Universidade compostelana asistieron a las 09.30 horas a una clase del profesor con la intención de mostrar su «desacordo tanto co seu discurso sexista como coa ausencia de consecuencias inmediatas ou medidas por parte da USC».

Tras dejarle claro que querían «comprobar a súa calidade docente», los estudiantes se quitaron las camisetas y se quedaron en sujetador. Sobre el pecho llevaban escritas varias frases, también recogidas en un comunicado que tenían la intención de entregarle al docente pero que, según defienden, él se negó a recogerlo. «Asqueroso oféndete, machista non», «antes frívola que machista», «noxo e vergoña na USC» o «reeducámoste de balde» fueron solo algunos de los comentarios que Luciano Méndez pudo leer. 

Los estudiantes reconocen que el profesor intentó obviar la protesta y continuar con la clase. Aún así, aclaran que se dirigió a ellos con frases, de nuevo, controvertidas. En un momento dado, y refiriéndose al único joven del grupo, le dijo que «ía mirar as tetas das túas compañeiras». Los alumnos también aseguran que el profesor «laiouse» de que fueran con el pecho pintado, y no pudieran lucir así sus «virtudes femeninas», y que les comunicó que iba a cerrar la persiana para «ter máis intimidade, porque co ambiente que hai igual vai a máis». Defienden que les llegó a amenazar con «botarnos cunhas patadas no cú». 

Luciano Méndez, consultado por La Voz tras la clase, reconoció los comentarios aunque subrayó su tono irónico. Tan solo aseguró haber dicho en serio el de echarlos de clase. El profesor no denunció lo sucedido ayer en Económicas. 

Los alumnos del Máster de Xénero, Igualdade e Educación sostienen que al salir del aula le avisaron que tenían «unha cita con Domingo Neira (el profesor de Maxisterio que la USC suspendió en el 2014 de empleo y sueldo por comentarios homófobos»), a lo que él respondió que hablarían después. Antes de irse le ofrecieron clases gratis de género y feminismo y que le dejaron su comunicado de protesta encima de la mesa, un gesto al que el docente -según aseguran- respondió arrugándolo «agresivamente».

La USC abre expediente disciplinario a Luciano Méndez

La protesta tuvo lugar, precisamente, pocas horas antes de que se hiciese público que la Universidade compostelana había decidido abrir un expediente disciplinario al profesor. La USC anunció por la tarde el inicio de un expediente disciplinario contra el docente, a la vista de que el expediente informativo -instruido por una profesora ajena a la facultad- había revelado «causas suficientes» para iniciar este procedimiento. Será la propia instructora del caso -que durante estas semanas ha recibido a todas las partes implicadas y ha recabado todas las pruebas necesarias sobre lo acontecido- la que se encargue de iniciar un «proceso de determinación para a posible sanción» que le puede corresponder al docente. Después, será el rector el encargado de aplicar la sanción que proponga la instructora.

Lo que no se puede determinar todavía es cuáles serán las consecuencias de este expediente disciplinario que ha abierto la USC. Las sanciones a las que se enfrenta el docente son las que se le aplican a cualquier funcionario público y, en función de la gravedad de las faltas cometidas por el funcionario pueden ir desde un simple apercibimiento -un aviso para que ceje en su conducta- hasta la separación del servicio en el caso de comisión de faltas muy graves. Otras sanciones que cita el estatuto básico del empleado público es la suspensión firme de funciones, o de empleo y sueldo en el caso del personal laboral, con una duración máxima de 6 años; el traslado forzoso por el período que se establezca, o el demérito, es decir, la penalización a efectos de carrera, promoción o movilidad voluntaria.

«Esiximos o cese de Luciano Méndez como medida sancionadora final»

Los alumnos del máster de Xénero e Igualdade enviaron tras la protesta de Económicas un comunicado en el que califican de «inaceptables» tanto las declaraciones realizadas por el docente como «a falta de resposta da USC» y exigen que el resultado del expediente sea la expulsión del docente: «Esiximos o cese de Luciano Méndez como medida sancionadora final», explicaban en su comunicado.

Kely T. V., una de las estudiantes que participó en la protesta, afirma que lo hicieron porque «queremos poñer no punto de mira» este tipo de casos, tanto de machismo como «de homofobia que aconteceu hai un tempo por parte de outro docente» -en referencia al profesor Domingo Neira, que dijo en clase que la homosexualidad era una desviación que tenía un componente de vicio-. La alumna resaltó que la acción se desarrolló en un ambiente pacífico, tanto por su parte como por parte de el docente, que mantuvo la calma en todo momento y también aprovechó para explicar que los estudiantes están implicados con la Oficina de Igualdade de la Universidade y con otras iniciativas estables más allá de una protesta que, aclaró «tiñamos que facer agora ou nunca» porque el caso todavía tiene atención mediática.

Precisamente, una de las críticas de los alumnos es que la USC cambió a la estudiante de grupo «ante a mediatización do caso» después de haberle denegado anteriormente ese cambio de grupo.

Se refieren en concreto a lo sucedido el 17 de febrero, cuando Luciano Méndez saltó a los medios. Ese día, el profesor hizo numerosas insinuaciones sobre el escote de una alumna, que lo desconcentraba a la hora de explicar. Tras unas primeras horas de confusión, la USC confirmó a la estudiante, María Fungueiro, que la cambiaba de aula para no tener clase con el docente al que denunció.