La nueva sede para sellar la compostela carece de señalización cinco meses después

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Los peregrinos se quejan de que no haya una consigna cerca de la oficina, que además consideran muy alejada de la Catedral

24 feb 2016 . Actualizado a las 11:05 h.

El cambio de la oficina del peregrino de la sede de la rúa do Vilar a la nueva de la calle Carretas está complicando el último acto ligado al Camino: sellar la compostela, el documento que acredita haber completado el trayecto. «No es fácil llegar, las señales apuntan para otro lado y cuando crees haber encontrado la oficina te indican otro sitio con un mapa en la puerta», explica Sean Mooney, uno de los peregrinos que llegó ayer a Santiago. Otra caminante canadiense se mostró molesta por las «vueltas» que tuvo que dar para dejar la mochila en una consigna, al no poder acceder con ella a la Catedral. Y es que la mayoría coincide en que la oficina está «lejos» del Obradoiro y en que la señalización es «confusa», por lo que sugieren «cambiar o tapar las señales» para evitar problemas.

Lo que sí valoran positivamente los peregrinos de la nueva sede de Carretas es su ambiente relajado gracias a los jardines de los que dispone. Sin embargo, poco más encontrarán los caminantes en el antiguo asilo, al que se accede por una calle en obras. Por ahora, en el Centro Internacional de Acogida de Peregrinos no se puede disfrutar ni de las salas de descanso ni de los aseos ni de la biblioteca, ni tampoco de la capilla. Ni tan siquiera están operativos los servicios de Correos y Renfe. Ayer aún había obreros terminando los últimos detalles de las instalaciones.

El servicio en funcionamiento se limita al sellado de la compostela y a la información básica sobre la ciudad y las opciones de consigna para dejar los bultos. En la oficina, además del personal fijo, hay varios voluntarios. Hace unos días terminaron su voluntariado dos jóvenes, una norteamericana y una catalana, y a principios de marzo se prevé la llegada de nuevos cooperantes.

Desde la Catedral explican que el traslado se está haciendo «poco a poco», pero confían en que en Semana Santa se haya completado y todo esté operativo. En cuanto a la señalización, el Ayuntamiento indica que está prevista la instalación de nuevas señales en el casco histórico, aunque está pendiente de la comisión de Patrimonio.

Uno de los problemas detectado es que si el peregrino va con el tiempo justo para asistir a la misa de mediodía, cuando llega a la oficina se encontrará con que no puede dejar su mochila -no se puede acceder a la Catedral con bultos-, y tiene que volver sobre sus pasos para depositarla en Correos, en el Instituto Campus Stellae en A Quintana, en la dársena de Xoán XXIII o en las firmas Tournride y Mail Boxes, situadas en el Ensanche.