Los médicos cambiaron de parecer al constatar un empeoramiento en Andrea desde el viernes

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez REDACCIÓN / LA VOZ

SANTIAGO

Atlas TV

Los pediatras del CHUS habían comunicado a los padres un cambio en el tratamiento que mantenía con vida hasta ahora a la niña

09 oct 2015 . Actualizado a las 13:00 h.

Andrea Lago Ordóñez, la niña de doce años que sufre una enfermedad neurodegenerativa irreversible rara, tendrá una muerte digna en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), tal y como solicitaban sus padres, Antonio y Estela. Los acontecimientos se han precipitado y probablemente haya tenido mucho que ver en la resolución la intervención del juez de primera instancia, Roberto Soto Sola. El equipo médico que atiende a la pequeña, del servicio de pediatría del hospital, ha accedido a retirarle la alimentación artificial que recibía a través de una gastrostomía, y a sedarla para tratar los síntomas o el malestar que pueda tener. La decisión la comunicó a los padres en un encuentro en el hospital uno de los pediatras que atendían a Andrea. El fallecimiento de la pequeña puede ser en horas o en varios días.

Por la mañana, los padres tuvieron una vista en los juzgados de Fontiñas. Asistieron además de los padres, el juez, el secretario judicial, la fiscal, y un equipo del Imelga formado por varios miembros, entre ellos un forense. Fue allí donde este último explicó a los progenitores en qué consiste el proceso de la sedación, y donde les avanzó que podría durar «dos días, ocho o 24, porque depende mucho de las personas», resumió el abogado.

A la pequeña Andrea se le retiró ya la alimentación artificial ayer por la tarde, dejando una leve hidratación con suero para que pueda metabolizar los químicos de la sedación. Tras mantener durante más de dos horas la reunión en los juzgados, los padres recibieron un aviso del hospital informándoles de que había cambios en el tratamiento inicial de la niña. Se desplazaron inmediatamente allí, y tras una reunión del equipo pediátrico, uno de los profesionales comunicó la decisión a los padres en un encuentro que no duró más de media hora.

Según fuentes del servicio de pediatría, que también se han mostrado conformes a que este conflicto haya finalizado, se logró un acuerdo de concordia a través del juez, con el que los progenitores quedan conformes.

El complejo hospitalario de Santiago envió un comunicado en el que asegura que informó a los padres y al juzgado compostelano de los cambios clínicos de Andrea en las últimas horas, «posteriormente ao envío dun informe sobre a súa situación clínica o venres». Fueron estos cambios en el estado de salud de la pequeña por los que según el servicio de pediatría se comunicó a los padres las modificaciones en el tratamiento nutricional de la niña, «sobre o que estes mostraron a súa conformidade». El servicio de pediatría insiste en que su actuación estuvo enmarcada en todo momento en la normativa vigente y en el ejercicio de una práctica clínica adecuada.

Los padres de Andrea, que acudieron al juzgado y atendieron a los medios de comunicación tras salir de Fontiñas, no salieron del hospital Clínico tras la decisión de retirar la alimentación a su hija. Fue el abogado quien comunicó los cambios. No en vano, los padres pasan los últimos momentos con su hija mayor, una niña de doce años que nació con una enfermedad neurodegenerativa detectada a los ocho meses. Ahora les queda un trance por el que deben pasar pero que al menos se hará como ellos querían, evitando alargar la vida de Andrea más de lo necesario y dándole una muerte digna.

El doctor Justicia «hace justicia» a la pequeña

El pediatra Antonio Justicia será el médico responsable del proceso de sedación de Andrea. Es quien se reunió con los padres en la tarde de ayer para comunicarles la decisión y a quien los progenitores mostraron todo su agradecimiento por el apoyo que les prestó durante este largo camino. El abogado de la familia, Sergio Campos, hacía hincapié en este agradecimiento y en la paradoja de que sea «el doctor Justicia», quien «haga justicia» en este caso. Lo que no se explicó a los padres es cuáles fueron los motivos para el cambio de criterio.

Los padres se han sentido muy arropados también por el juez, Roberto Soto, y no solo por él, sino por todo el equipo judicial que abordó este procedimiento a finales de la semana pasada, «han sentido afecto y calor», tanto de parte del juez, como de la fiscal y del forense.

El proceso sigue abierto

A nivel judicial, el proceso sigue abierto y seguirá «hasta que se produzca un desenlace». Los dos procedimientos iniciados la semana pasada, la petición de los padres de retirar la alimentación a Andrea y el auto para solicitar la convalidación del plan terapéutico por parte del hospital, se han transformado en uno solo, pero permanece abierto «para tutelar los intereses de la niña. El juez estará vigilante a que las pautas sean las correctas», sostiene el abogado.

Campos Nieto insistía en que no puede calificarse de acuerdo la decisión a la que llegó el servicio y comunicó a los padres, sino que los médicos han cambiado su criterio clínico hasta aceptar la retirada de la alimentación de la niña tal y como pedían Estela y Antonio. «Pero aquí no se trata de vencedores ni vencidos». No obstante, el abogado recordaba que cuatro días antes, en concreto el jueves, el servicio de pediatría envió una solicitud al juez para refrendar el plan terapéutico de la pequeña, y en el que se incluía la alimentación artificial.

La Asociación de Pacientes del CHUS suspende la concentración prevista para hoy

También la Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS se mostró satisfecha por la decisión y agradeció a los padres de Andrea su «valentía e determinación» a la hora de reclamar «este dereito» que crea «un precedente que nos afectará a todos». Este colectivo había convocado una concentración para hoy, pero una vez que su objetivo se ha cumplido, ha decidido cancelarla.

La organización de pacientes incidió también en su desacuerdo con los pasos dados por la gerencia del Hospital Clínico en relación con este caso y anima a los pacientes en la misma situación que Andrea que están siendo atendidos en sus domicilios a ponerse en contacto con la asociación.

Defensa da Sanidade Pública propone abrir un gran debate social

Tras conocerse la decisión de los médicos que atienden a Andrea, la Plataforma en Defensa da Sanidade Pública no tardó en hacer pública su satisfacción. A través de un comunicado, el colectivo mostró también su rechazo a lo que considera el «incumprimento, polo servizo dese hospital que a atendía, da lexislación galega e estatal sobre morte digna», un incumplimiento que extienden a «algúns centros e servizos sanitarios» y que consideran «unha clara violación dos dereitos sanitarios da cidadanía galega».

La asociación entiende que es urgente abordar esta situación y por eso propone la apertura de un gran debate social y profesional al respecto. El primer paso en este sentido, avanzan, será plantear esa necesidad en la reunión de la Plataforma SOS Sanidade Pública que se celebra mañana.