Compostela Aberta mantiene todavía en revisión los proyectos del PP paralizados
20 sep 2015 . Actualizado a las 04:00 h.Compostela Aberta cumple mañana cien días al frente del gobierno de la capital, una responsabilidad que ha asumido con la mayoría minoritaria que le otorgan sus diez ediles en una corporación de 25 y prácticamente sin experiencia en la Administración pública. Solo Martiño Noriega aterrizó en Raxoi con bagaje como gestor municipal. Frente a los gobiernos anteriores, en los que la continuidad en el cargo o su asunción desde la oposición, como en el 2011, facilitaba el rodaje entre mandatos, Compostela Aberta se estrenaba en una plaza nueva, una plaza exigente y que requiere un ritmo al que todavía le está tomando el pulso.
Los pausados contactos para indagar las posibilidades de asegurar la gobernabilidad con un pacto estable, o de facilitarla con acuerdos puntuales, y las dificultades para negociar el personal eventual y fijar remuneraciones (CA mantuvo su compromiso de bajar los sueldos de los cargos públicos), demoraron un mes la organización de los medios para el trabajo corporativo. Y todavía más la incorporación a Raxoi, hasta septiembre, del personal de apoyo del gobierno. Y se ha notado en la dinámica municipal.
gestión ordinaria
Cuentas. Con el motor a ralentí mientras constatan las necesidades del municipio a través del contacto directo con los vecinos y las posibilidades de actuación con la auditoría en marcha sobre la situación económica del Concello, estos tres meses han estado marcados por desencuentros institucionales, gestos y una gestión más centrada en expedientes del anterior mandato que en iniciativas de calado. Aun así, CA sí ha tomado la iniciativa para reconducir proyectos heredados, con resultado desigual en función de si son de su competencia o de otras Administraciones.
proyectos
Paralización y revisión. Una de las primeras decisiones del equipo de Noriega fue paralizar todos los proyectos que el PP tenía en marcha o en licitación para revisarlos y priorizar actuaciones. La reurbanización de Vista Alegre se retomará mañana después de evaluar las necesidades expuestas por los vecinos, y la de Quiroga Palacios también está en marcha desde julio después de introducir ajustes que también demandaban los residentes. Los demás, como las reformas de Montero Ríos y la avenida de Vilagarcía, siguen en fase de evaluación, salvo el proyecto de demolición de la Casa da Xuventude, paralizado definitivamente. Y en paralelo ha demandado a la Xunta que recupere el viejo proyecto residencial con vivienda pública para Xoán XXIII. De momento, CA solo ha completado el proceso de licitación de uno de los proyectos que quedaron pendientes: la rehabilitación del palacete do Espiño.
infraestructuras
Intermodal y depuradora. En lo que no ha tenido éxito Noriega es en su intención de que el Gobierno central reconduzca los proyectos de la estación intermodal y de la futura depuradora para volver a los anteriores, reformulados en el anterior mandato a petición del gobierno local del PP. Madrid mantiene las soluciones que tiene ahora mismo en cartera. Discordante con ambos proyectos, Noriega al menos sí disipó los recelos que tenía sobre las garantías de Fomento para asegurar el futuro de la intermodal y que la intervención ministerial no se quedase solo en la adaptación de las vías férreas en la propia estación. El regidor no quiso agotar sus cien días sin exponer a Ana Pastor las demandas de la ciudad, entre las que están también la urgencia en la licitación de la conexión de la AP-9 con la A-54 y la incorporación de la conexión con la N-550.
espacios naturales
Primeros pasos. Aunque para el 2016 no habrá presupuestos participativos, el ejecutivo sí intentará introducir un plan piloto que oriente esa iniciativa pensando en los próximos ejercicios. Pero entre sus iniciativas también en otros ámbitos, aparte de la gestión más ordinaria, ha convocado la Mesa polo Emprego, ha desbloqueado sendas partidas para atender a las necesidades de rebacheo y desbroces, apunta en su propia valoración, y ha iniciado el estudio para la declaración de espacios naturales de interés local para Brañas de Sar y la Selva Negra, aparte de crear de nuevo la concejalía del Medio Rural.
cien días de gobierno local
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La corporación, expectante ante la actitud de CA para cerrar acuerdos
Transcurridos los cien días de cortesía que se otorga a los nuevos gobiernos, Compostela Aberta se encontrará en nada con su primera prueba de fuego, la de negociar las ordenanzas fiscales y los presupuestos del 2016. Porque más allá del propio ritmo que se marque la formación para desarrollar sus compromisos programáticos, la Administración tiene también sus plazos para programar las cuentas con las que ha de afrontar la atención a las necesidades de la ciudad.
Y en clara minoría (10 de 25 concejales), precisa del respaldo de al menos uno de los dos grupos mayoritarios de la oposición. El BNG (2 ediles) no le bastaría. Y entre el PSOE (4) y el PP (9), por proximidad programática los primeros serían la opción preferente. Sin embargo, Compostela Aberta no parece haber abonado el terreno, lo que preocupa en la corporación, y no solo entre los socialistas. Lo hace en igual medida en el BNG, pese a que sus votos no son decisivos. Pero tampoco el PP ha dejado de llamar la atención sobre la escasa predisposición al diálogo de Compostela Aberta.
Con recelos
El entendimiento se hace obligado para las ordenanzas fiscales, pero también para los presupuestos, salvo que Noriega quiera iniciar su primer ejercicio completo con las cuentas prorrogadas del PP. Compostela Aberta está elaborando sus propuestas para presentarlas a los demás grupos y abrirlas a aportaciones.
Desde la oposición apuntan que el tiempo es justo. Y más lo será con los recelos que están marcando las relaciones corporativas. Porque si bien en lo personal son correctas, Compostela Aberta ofrece una visión bien distinta sobre el espacio de diálogo. Aunque todavía no se ha expuesto a probar su capacidad de negociación, Noriega no solo defiende su plena disposición en ese sentido, sino que dice que la está ejerciendo y desde la asunción de su condición de gobierno en minoría. «Hai directrices para falar cos grupos», sostiene Noriega, quien pinta otro escenario en las relaciones corporativas, el de la actitud de una oposición «equidistante».