Aprender a miles de kilómetros

sara p. seijo, j. c. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Ana Toja está en Costa Adeje, Tenerife.
Ana Toja está en Costa Adeje, Tenerife.

Estudiantes del CSHG trabajan en verano en hoteles de todo el mundo

01 sep 2015 . Actualizado a las 08:56 h.

El Centro Superior de Hostelería de Galicia (CSHG) se instaló en A Barcia en 1993. Dos años después inauguraba su primer curso académico. Este verano, dos décadas más tarde, puede presumir de tener 400 alumnos en prácticas por todo el mundo. Desde Galicia y Canarias hasta Argentina, México o Vietnam, entre muchos lugares más. Cultura, gastronomía, y experiencias laborales reales es lo que se llevan de estos meses fuera de casa.

Los alumnos del Diploma Superior de Xestión Hostaleira cuentan con prácticas en instalaciones hoteleras desde su primer año de carrera. Tres meses los tres primeros cursos y seis el último, un total de 15 meses de experiencia laboral en España o fuera, ellos eligen, si los hoteles los escogen claro. «O primeiro ano fan prácticas de Servizos ou Servizos e Cociña; no segundo proban en Aloxamento e Recepción; en terceiro traballan en departamentos de hotel; e no derradeiro curso como adxuntos a dirección», explica Óscar Alfeirán, asistente de márketing en el CSHG. Los estudiantes realizan labores «de abaixo a arriba», tanto pueden trabajar de camareros el primer año como en gestión de eventos en el último. «O obxectivo é que, se queren xestionar e dirixir, teñen que saber facer todo e saber cales son as competencias, obrigas e o día a día de cada traballador para ter criterio», manifiesta Alfeirán.

Alba, Alicia, Lautaro, Mario, Isabel, Álvaro y Ana son algunos de los alumnos que, en estos momentos, disfrutan de una experiencia laboral fuera de sus casas. Isabel Bermello es de las principiantes y, como parte de su formación de base para poder llegar a ser algún día directora, trabaja en restauración en el hotel Hyatt Regency Paris-Charles de Gaulle «tanto de camarera como en el restaurante», cuenta. Isabel tiene 19 años y es de Ourense, y aunque París es una ciudad que le encanta y la experiencia está siendo estupenda, «como buena gallega la morriña está presente, ya que me pierdo las fiestas de los pueblos o ir a la playa con mis amigos, pero estoy haciendo lo que me gusta y no tengo queja», confiesa. También Ana Toja está en un destino «en el que me interesaba trabajar», las Islas Canarias. Su aventura en Tenerife empezó a finales de junio y «la experiencia es inmejorable, sobre todo por el buen compañerismo y ambiente de trabajo», dice.

Otros estudiantes, a diferencia de Isabel y Ana, se encuentran a muchos más kilómetros de casa. Como Mario Sanjurjo, que disfruta de sus últimos seis meses de prácticas cen Vietnam. «Estoy aquí por pura coincidencia, porque yo estaba interesado en ir a un país de Asia y cuando fui a preguntar si había alguna oportunidad de ir me dijeron que justo el día anterior había llegado una oferta para dos estudiantes en un hotel de 5 estrellas de Vietnam», cuenta entusiasmado.

En Cancún

Alba Fernández y Alicia Romero también se encuentran en otro continente, en este caso al otro lado del Atlántico. Están en tercero y, tras compartir prácticas el año pasado en Cádiz, este año han cruzado el océano para «disfrutar del paraíso» que les ofrece Cancún. «En el hotel nos han ayudado, animado, enseñado y dedicado tiempo», afirman, «¡Hasta nos han celebrado el cumpleaños!». Ellas están encantadas con la experiencia y el lugar mexicano, «no por las playas, sino porque la gente que vive aquí hace de esto un paraíso por como es», confiesan. En Sudamérica también se encuentra Lautaro Barrera. «Mis padres son argentinos y he visitado muchas veces el país, siempre como turista, pero tiene muchas oportunidades y una oferta cultural muy amplia y quería conocer un poco más de mis orígenes», cuenta.

En Berlín está trabajando Álvaro Rodríguez, uno que tenía claro desde el principio que la hostelería era lo suyo, más bien «desde los diez años lo sabía, era algo vocacional», explica. Todavía le quedan unos años para terminar su estancia académica en el CSHG, pero mientras disfruta de una experiencia que «ha superado mis expectativas con creces», afirma. «Al principio es un poco duro porque todo es nuevo, pero ahora puedo decir que hasta he conocido a gente a la que puedo llamar amigos», cuenta Álvaro.

Algunos de estos muchachos cogerán un avión de vuelta a mediados de septiembre. Otros, como Mario, continuarán en sus destinos hasta final de año con la incertidumbre de saber si se quedarán allí o no.

formación las prácticas internacionales de los alumnos del centro de Hostelería