La Casa da Xuventude se irá a mediados de agosto a la calle Ramón Piñeiro

x.r. santiago / la voz

SANTIAGO

El Ayuntamiento quiere rescatar la propiedad del edificio para dedicarlo a albergar servicios propios

31 jul 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

La Xunta dejará la Casa da Xuventude este mes de agosto después de tres décadas ocupándola con actividades vinculadas con la juventud. El edificio seguirá en pie, pero la Consellería de Traballo ha tenido que buscarse la vida en otras instalaciones. Y ha dado con un local adecuado en la rúa Ramón Piñeiro, detrás del Parlamento de Galicia. En él tendrá que acomodar los servicios que presta en la plaza de O Matadoiro y considera que hay espacio para hacerlo.

Representantes de la consellería refieren que se ha procedido ya a obras de acondicionamiento en la nueva sede a fin de adaptarla a las nuevas funciones y ahora mismo están en marcha los trabajos de instalación de la calefacción. La previsión es que a partir de la tercera semana del próximo mes de agosto estén trasladándose al nuevo local los servicios.

El hecho de que no vaya a demolerse el inmueble podría ser un signo esperanzador para los responsables de Traballo en la posibilidad de no mover la Casa da Xuventude, pero el Ayuntamiento ha reclamado ya las llaves de lo que es su propiedad y darle carpetazo a la cesión a la administración autonómica.

Compostela Aberta ha salvado del derribo a la Casa da Xuventude, contra la opinión del gobierno predecesor que adjudicó su demolición, para acoger dependencias municipales. No para otorgarle una continuidad a la Consellería de Traballo.

La permanencia en pie del edificio fue ratificada a principios de este mes por el juzgado Contencioso-Administrativo número 2 de Santiago, que ha suspendido las obras de demolición.

El gobierno compostelano parece tener claro que el inmueble debe alojar servicios socioculturales. Una de las opciones que se barajó es que los servicios de Muller se instalen en esas dependencias, pero no es una decisión fija ni unánime. En todo caso se considera que se trata de un contenedor útil para servicios públicos y la asociación de vecinos de la zona respaldó la no ejecución del derribo. Eso le costará a las arcas locales 3.000 euros, el importe con el que resarcirá a la empresa adjudicataria y que supone el 3 % de las obras adjudicadas.

Edificio y entorno

La actuación de Raxoi supone también mejorar el entorno del inmueble y abrir un acceso lateral al parque de Belvís. No obstante, no podrá ejecutar estas acciones si no dispone previamente del inmueble, y eso se lo facilitará la Xunta a mediados del mes que viene. A partir de ahí, con el proceso de desalojo autonómico culminado, el Concello ya puede empezar a poner en marcha sus iniciativas.

No obstante, tendrá que afinar en el proyecto final de rehabilitación y usos del inmueble, y particularmente en la apertura del acceso al parque de Belvís en las inmediaciones de la Casa, que no cuenta con el plácet de la asociación de vecinos Xuntanza. Una de las preocupaciones ciudadanas es que transparentar el parque es transparentar la fealdad de las traseras de San Pedro.