«Nunca he sabido ligar, siempre me ha dado mucha vergüenza»

La Voz

SANTIAGO

27 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Nerea Barros, que ahora se come la pantalla del cine y la televisión, era una niña «súper vergonzosa». Hoy admite que sigue teniendo muchas vergüenzas, «pero es algo que no exteriorizo». «Por ejemplo, para temas como ligar siempre he sido patética», apunta con una voz simpática. «Nunca he sabido ligar, lo hacía fatal porque me daba tanta vergüenza hablar con el chico que me gustaba que empezaba a llevarme con sus amigos y siempre había malentendidos», explica.

A pesar de este lado vergonzoso, Nerea lleva con naturalidad que la paren por la calle y hasta se muestra orgullosa de su primer «arg» en la revista Cuore, «porque, como dijo Mario Vaquerizo, hasta que no sales en uno no eres nadie», añade entre bromas.

La compostelana, una mujer con carácter pero extremadamente familiar y cercana en el trato, no es de las que se acomodan en un papel. Su paso por series de éxito como Matalobos, El tiempo entre costuras o El Príncipe, la han catapultado hacia la fama, redimensionada después de ganar el Goya con La isla mínima, que sintió como «una inyección de adrenalina». Después de un trabajo tan contenido como este, le apetece sacar partido a otras facetas todavía no explotadas, como su lado cómico. Esta amante de los animales, del surf y de todo cuanto deporte de aventura salga, se ve también haciendo una película de acción.

Aunque ahora le llueven los papeles más que nunca, Nerea siente predilección por los personajes «con garra», como ella, que dice ser «como un animalito salvaje». Reconoce que es de las que descartan muchos proyectos bien pagados porque no le llaman y ahora está embarcada en el reto de meterse en la piel de una yonqui de la heroína de los años ochenta, dentro de la serie Apaches.