La USC posee un banco de tejidos inactivo por falta de convenio con el Sergas

Efe SANTIAGO

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El material biológico, con muestras de pacientes y de donantes fallecidos, tiene fecha de caducidad, que «en algunos casos está próxima», aseguran antiguos empleados

02 jul 2015 . Actualizado a las 11:08 h.

La Universidade de Santiago (USC) dispone de un banco de tejidos, con muestras de pacientes y de donantes fallecidos, prácticamente inactivo, al no recibir la financiación de un convenio con el Sergas que no ha sido renovado.

Esta situación ha llevado a la rescisión del contrato con sus cuatro trabajadores, de manera que, en la actualidad, el Instituto de Ortopedia y Banco de Tejidos solo cuenta con su director, Máximo Fraga, que ha confirmado a Efe esta situación y ha señalado que «hace tiempo» que solicitó que se llegue a un acuerdo para darle continuidad.

Las instalaciones se encuentran en el edificio del Monte da Condesa, con 256 metros cuadrados de salas blancas, más estériles que un quirófano, y tecnología puntera en el ámbito internacional, con un liofilizador industrial, único en Galicia y hasta hace poco en España, así como más de 200 metros cuadrados de laboratorios.

Desde su inauguración, cuenta con las autorizaciones precisas como Banco de Tejidos Osteotendinosos, Banco de Membrana Amniótica y Banco de Glándulas Paratiroideas, aunque hace ya tiempo que su actividad es mínima.

Los extrabajadores han recordado que el convenio entre la USC y el Sergas no se firmó hasta el 2012, cuando el centro fue inaugurado diez años antes, «para dejar por escrito el funcionamiento que se venía desarrollando hasta ese momento», y, aunque era prorrogable por un año, no se hizo, si bien «el funcionamiento del banco y la colaboración entre la USC y el Sergas ha sido exactamente la misma que si el convenio siguiera en vigor».

No obstante, en octubre del 2014 fueron cesados los cuatro trabajadores, un biólogo, dos técnicos de laboratorio y un técnico de mantenimiento industrial, «porque el centro, como tal, no era viable económicamente, pues no tenía financiación que lo soportara», según señaló a Efe la vicerrectora de Investigación e Innovación, Isabel Rodríguez-Moldes, de cuyo departamento depende.

Sin embargo, no se ha producido un cierre oficial del centro, que cuenta «en los congeladores con tejidos de donantes vivos, a la espera de que se les implanten, y de donantes fallecidos, para distintos receptores», insisten los antiguos empleados. «Este material biológico tiene fecha de caducidad, que en algunos casos está próxima», denunciaron. Y, aunque han sido casos muy puntuales, manifestaron asimismo que se ha llegado a la situación de que, una vez despedidos, se les pidió su colaboración para gestionar material.

Por su parte, la vicerrectora de investigación reconoció que tanto el instituto de investigación como el banco no tenían actividad, aunque, cuando existe una demanda del material que almacena, «hay mecanismos» que permiten atender las solicitudes; no obstante, remarcó que son «excepcionales, por alguna urgencia», pues «hace tiempo que no hay demanda», reiteró.

Los extrabajadores, por el contrario, señalaron al respecto que la demanda se había incrementado sensiblemente desde 2012, año en el que se firmó el convenio, y que en el momento de su despido era el de mayor demanda de la historia del centro, como se puede demostrar por las facturas que la USC emitió al Sergas.

La vicerrectora recordó también que el nuevo equipo rectoral, que accedió hace un año a sus responsabilidades, «se encontró» con esta situación, de manera que, sin convenio, «la USC no tiene posibilidad de mantenerlo», para lo que apuntó que existen conversaciones con el Sergas.

Rodríguez-Moldes coincidió con los trabajadores en la excelencia de las instalaciones y procedimientos y aseguró que «puede tener un interés estratégico, tanto para la USC como para el Sergas», dado el alto nivel tecnológico del que dispone, superior al centro ubicado en A Coruña, ya que en el compostelano el material es liofilizado y tiene una mayor duración.

Reconoció que la anómala situación de este centro «se prolonga más de lo que quisiéramos» y apuntó que el Sergas ha cambiado recientemente de dirección, con la que se reunirán en fechas próximas.

En cuanto al Sergas, fuentes del servicio observaron a Efe que el centro es de la USC, que el convenio que existía no está operativo y que, «en todo caso (el Sergas) está abierto a nuevas vías de colaboración en función de la gestión de la USC y el propio Banco de Tejidos».

Mientras, los cuatro trabajadores han acudido a la Justicia, que determinó despido improcedente en tres casos, que recurrió la USC, y uno perdió su demanda y, a su vez, también ha apelado la decisión judicial.