«Cústame moito erguerme, pero non me queixo»

emilio forján NEGREIRA

SANTIAGO

04 may 2015 . Actualizado a las 13:54 h.

Obdulia Bouzas Bahamonde, vecina de Negreira, ostenta el título de centenaria desde el 27 de octubre del 2013, por lo que justo ahora va camino de los 102 años. Reside en la aldea de Logrosa, junto a sus dos hijos solteros. Aunque muy próxima vive una hija que se encarga de su cuidado. Obdulia tiene ocho hijos, pues dos fallecieron, pero entre su descendencia se cuentan también diecisiete nietos y una veintena de bisnietos. Y todos ellos posaron en una gran foto cuando cumplió los cien.

La centenaria de Negreira nota los achaques de los años y comentan sus hijos que el pasado invierno «tivo un baixón grande por un catarro», por lo que ahora pasa la mayor parte del tiempo en cama. Ello obedece también a la dificultad que tiene para andar, aunque, dicen, «ten días nos que está máis espabilada». Pero de hospital, «nada de nada, o médico á casa, e algún medicamento», comenta su hija.

Obdulia apenas sale de su casa por el enorme desgaste a sus 101 años, pero sí habla con los suyos, aunque estos reconocen que cada vez le cuesta más reconocer a la gente. «Cústame moito erguerme, pero non me queixo», sostiene esta centenaria.

Ingiere toda la comida pasada por la batidora, pero su hija afirma que «non ten problemas para comer». Se da la circunstancia de que una vecina de la misma parroquia llegará este año al siglo de vida el mismo día en que nació Obdulia.

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