Los últimos diez minutos del partido ante el Bilbao no suponen el mejor registro del curso, pero son ya historia dorada en el Multiusos de Sar
14 abr 2015 . Actualizado a las 16:22 h.Moncho Fernández suele decir que le gustan los jugadores «bravos e inteligentes», por ese orden. Y así es como se comportó el Obradoiro Rio Natura Monbus en los diez minutos finales ante el Bilbao para darle la vuelta a un partido que parecía irremediablemente perdido.
No fue el mejor último cuarto de la temporada para el colectivo santiagués. Ante el Murcia firmó un parcial 31-8, idéntico al del tercer acto. Ante el Barça, perdía de cuatro y se llevó la victoria tras endosarle un 26-10 en un ejercicio de baloncesto coral difícil de igualar.
Contra el Bilbao fue otra historia. Fue un 28-8 cargado de emotividad. Porque el Obradoiro estuvo por detrás en el marcador durante 39 minutos y 20 segundos, hasta que Pepe Pozas le dio la delantera con dos tiros libres.
Llegó a perder por dieciocho. No se vino abajo después de acercarse a diez puntos en el tercer cuarto y ver como la diferencia se ampliaba a quince con un triple de Bertans desde el medio campo. Tampoco dobló la rodilla tras acerarse a cinco puntos y presenciar como Mumbrú clavaba un triple al límite de la posesión, pese a la extraordinaria defensa colectiva, y como Bertans firmaba otra diana de tres para devolver la diferencia a once.
Esas dos, y una de Colom en el último minuto, fueron las únicas canastas que anotó el Bilbao en el último cuarto, que se resolvió con un parcial 18-2 a favor del Obra entre el minuto 36 y el 40.
Una vez más, el Obradoiro hizo suyo el lema «ad astra per aspera» para firmar una remontada que parecía imposible. Suma trece victorias, a salvo de cualquier contingencia a falta de seis jornadas para la conclusión de la Liga Endesa. Y ya puede modelar el proyecto 2014/15, curso en el que jugará por vez primera en su historia la Copa del Rey.