El Concello de Santiago detectó 11 millones de fraude fiscal desde el 2011

m. o. santiago / la voz

SANTIAGO CIUDAD

El control realizado en ese período abarca también a ejercicios anteriores

23 mar 2015 . Actualizado a las 09:50 h.

Los planes de inspección tributaria del Ayuntamiento de los últimos cuatro años han hecho aflorar deudas con la hacienda local por más de 11 millones, prácticamente un millón y medio por encima de las previsiones que había hecho la propia Administración local en su actividad de lucha contra el fraude fiscal. Sin embargo esa cifra no obedece únicamente a cuentas pendientes de ese período, pues los controles anuales miran siempre cuatro años atrás, el plazo sobre el que la Administración puede reclamar cualquier deuda.

Las tasas e impuestos relacionados con la construcción y los tributos por plusvalías son los que más ingresos han deparado en esta iniciativa inspectora, hasta sumar el 77,5 % del total, lo que supuso 8,7 millones por tales conceptos entre febrero del 2011 y enero del 2015.

Y dentro de ese importe no es menor la cuantía de los intereses que han generado esas deudas, también reclamados desde Raxoi. En torno a 1,2 millones suman los recargos a los que han tenido que hacer frente los titulares de las cerca de 7.000 liquidaciones emitidas en ese período. Casi tanto como lo que ha recuperado (1,3 millones) por derechos sobre el impuesto de actividades económicas (IAE).

La totalidad de esos expedientes sumaban en un principio prácticamente 12 millones de euros (11,98), aunque la cifra final se ha reducido a 11,2 millones al constatarse anulaciones por valor de 622.000 euros y devoluciones por otros casi 152.000.

De los derechos finales de cobro que generaron los controles tributarios desde principios del 2011, la Administración municipal ha ingresado cerca de 7,7 millones, el 69 % del total. Le quedan pendientes todavía unos 3,7 millones, aunque en su mayor parte (2,3 millones) se corresponden con las liquidaciones tramitadas durante el 2014.

El resto de los ingresos todavía fallidos decrecen a medida que se alejan los ejercicios presupuestarios en los que se ha realizado ese control. Del plan del 2013 todavía quedan por ingresar 620.000 euros, frente a los 408.042 del 2012 y los 307.000 euros del 2011.

Reclamaciones en trámite

Los cobros pendientes obedecen en buena medida a reclamaciones que aún están en trámite o sometidos a contenciosos judiciales, pero la ejecución como ingresos ya de prácticamente el 70 % de lo detectado desde el 2011 no deja de ser un dato satisfactorio para el Ayuntamiento. «Reflicte unha boa xestión nese senso», sostienen en el área municipal de Facenda, desde donde indican que «ao final todos temos que pagar os impostos».

Los resultados de las inspecciones realizadas en este período han sido desiguales. Mientras en el 2011 y el 2013 los ingresos se quedaron por debajo de las expectativas del Ayuntamiento, en el 2012 y el 2014 los han superado. Expresamente, las inspecciones y comprobaciones del último ejercicio han duplicado lo previsto, llegando a los 3,5 millones. Con todo, el año con el registro más alto fue el 2012, con 3,8 millones pasados al cobro.