Los datos estadísticos acumulados por el Obra tras 21 jornadas disputadas permiten realizar un análisis exhaustivo sobre las características de juego del equipo esta temporada y estimar bajo qué parámetros existen más probabilidades de conseguir la victoria. Sin entrar de momento en detalles más finos, lo más destacable es que el equipo es capaz de ganar partidos con marcadores bajos y también si hay que irse a anotaciones por encima de los 80 puntos, algo que en temporadas anteriores no sucedía prácticamente nunca.
También es significativa la diferencia media de puntos con el rival, tanto en las victorias como en las derrotas. El equipo gana por una diferencia media de 11 puntos, pero cuando pierde encaja casi 14 puntos más que el rival.
Las características de la plantilla y el rendimiento que están dando algunos de sus jugadores también arrojan datos interesantes. La presencia en el juego y, por lo tanto, en los apartados estadísticos de jugadores como Pumprla o Corbacho es muy significativa. El porcentaje de jugadas en las que intervienen los jugadores bien finalizándola o siendo el último pasador, es un indicador interesante. En este apartado destaca especialmente Pavel Pumprla, ya que el equipo gana cuando este porcentaje es superior al 11 %, es decir, cuando Pavel interviene mucho en las acciones del juego, lo que da una idea de la influencia del alero checo a pesar de no ser un excelso anotador.
Analizando los tiros de tres también sabemos que el Obra gana tres de cada cuatro partidos si lanza el 25 % del total de las posesiones desde más allá de 6,75. En este apartado es imprescindible fijarse en el especialista del equipo. Independientemente del porcentaje de acierto, en las victorias Corbacho lanza casi siete triples por partido, mientras que en las derrotas hace más de nueve lanzamientos por encuentro, un dato más que demuestra que el equipo no puede abusar del lanzamiento de tres para tener más probabilidades de ganar. Resumiendo, si Pavel da el último pase o finaliza la jugada y Corbacho lanza de tres entre siete y ocho veces por partido, la victoria es prácticamente segura.