Padrón gana su gran batalla del feísmo

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

SANTIAGO

MERCE ARES

La demolición del edificio ilegal de A Trabanca cierra una etapa urbanística del concello

25 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La lentitud en la tramitación administrativa y judicial de la orden de demolición de la estructura de un edificio levantado sin licencia en el barrio de A Trabanca, en Padrón, contrasta con la rapidez con la que la empresa ejecutó los trabajos de desmonte de la mole ilegal de hormigón, bajo las máximas medidas de seguridad para proteger las viviendas de este barrio del municipio.

Diez años pasaron desde que la Xunta emitió la primera orden de demolición del edificio ilegal hasta la ejecución de esa sentencia, que es firme judicialmente desde el año 2008. Pero tres meses le bastaron a la empresa concesionaria de los trabajos de demolición, Construcciones Iglesias Mera, para liberar al barrio padronés de la sombra de la mole de hormigón y hacer historia urbanística en Padrón.

Después de cortar y moler unas 100 toneladas de hierro y unos 3.000 metros cúbicos de hormigón, material que la empresa está retirando estos días y parte del cual es reutilizable, de la estructura queda únicamente el hueco en el que estaba levantada, tras el trabajo de varias máquinas especializadas y sin que se produjeran «incidencias», tal y como confirman fuentes de la empresa con sede en O Milladoiro, que calcula que concluirá todos los trabajos a mediados del mes de febrero.

Pese a la alarma inicial entre los vecinos del barrio por como se realizaría el desmonte de la estructura, dada su proximidad a las casas, el temor se quedó en nada pese a la envergadura de las máquinas empleadas. Precisamente el uso de esa maquinaria de gran tamaño respondió a una cuestión de seguridad, para garantizar el «menor riesgo posible» de que pudiera pasar algo durante el desmonte, tal y como explican desde la empresa. De hecho, los trabajos de deconstrucción de la mole se realizaron «según lo previsto», según añaden desde la firma constructora.

La estructura de hormigón, destinada a un edificio de 74 viviendas con semisótano, planta baja, dos plantas y bajo cubierta, se construyó en el año 2003 sin licencia del Concello de Padrón, que entonces presidía Jesús Villamor, ni autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio, pese a que rompía la tipología de las casas del barrio y se situaba en el contorno protegido del Convento del Carmen.

La Axencia Galega de Protección da Legalidade Urbanística ordenó en el año 2010 la demolición del edificio a costa del promotor de la obra, Mahía Inmobiliaria. Este tendrá que hacerse cargo de la factura del coste total del derrumbe, unos 185.000 euros, más gastos de proyecto, coordinación de obra y seguridad, entre otros y los padroneses esperan que así sea.

Padrón se sacude así una forma de gestión urbanística marcada por esta construcción declarada ilegal a nivel administrativo y judicial, al tiempo que se saca de encima un exponente de feísmo aunque, en este sentido, aún le queda algún ejemplo más.