1 Los Reyes Magos decidieron hacer un último esfuerzo y se repusieron del cansancio de una larga noche de trabajo repartiendo los regalos por las casas de todos los niños para pasar un rato ayer con los pequeños de Vedra. Llegaron a las seis de la tarde en una limusina blanca a la Casa da Cultura de Santa Cruz de Ribadulla, donde sorprendieron con más regalos a los niños del municipio y compartieron con ellos una taza de chocolate con churros. En Melide, los pequeños también pudieron participar ayer en la fiesta de Reyes que se celebró en el centro social, donde a partir de las seis y media de la tarde se realizó un sorteo de regalos. Todos pudieron degustar, como en Vedra, una taza de chocolate caliente y un trozo del tradicional roscón de Reyes.
Día de estrenar
2 La jornada de ayer empezó muy temprano en las casas con niños, que se levantaron con ansias de comprobar si junto al belén o el árbol estaban los paquetes con los regalos que le pidieron a Melchor, Gaspar y Baltasar. Una vez abiertos los paquetes y probar el roscón de Reyes, como marca la tradición y es costumbre, llegó el momento de salir a la calle para estrenar aquellos juguetes que precisan de espacio para su disfrute, como las bicis, los patinetes o los coches teledirigidos. No faltaron los padres dispuestos a mostrar a sus pequeños la técnica precisa para mantenerse en pie sobre el patinete y, de paso, recordar aquellos maravillosos años de la infancia. Claro que, tras una travesía, los niños necesitan descanso y algunos padres, una ayuda rodada para volver a casa.
Concierto de Reyes
3 La Real Filharmonía de Galicia celebró ayer su tradicional concierto de Reyes, en el que interpretó un fragmento de Guillermo Tell, de Gioacchino Rossini; el vals Fantasía, de Glinka; y Danzas de Marosszek, de Kodály, para cerrar la primera parte con Juegos de niños, de Bizet. Tras el descanso ofreció una selección de tangos del compositor originario de Mar del Plata Astor Piazzola. La orquesta estuvo acompañada del bandoneonista argentino Pablo Mainetti. La Filharmonía estuvo dirigida por la batuta del joven maestro de origen suizo Lorenzo Viotti, de tan solo 26 años, director de la Orquestra Sinfónica Académica de Viena. Antes del concierto, el público pudo charlar con Viotti y Mainetti.