Antonio Regueira, «o noso cura»

santiago / AGENCIA

FRADES

CEDIDA

Multitudinario homenaje en Frades al párroco por sus bodas de oro como sacerdote

22 dic 2014 . Actualizado a las 08:25 h.

Cuando uno es querido por los suyos se nota a leguas. Es el caso de Antonio Regueira Sánchez, que ha celebrado sus 50 años dedicados al sacerdocio con una jornada inolvidable para él y para los vecinos de las cinco parroquias en las que desarrolla su labor: Frades, Abellá, Aiazo, Mesos y Papucín. La idea surgió de Suso, el sacristán de esta última localidad, cuya iniciativa enseguida encontró eco entre los feligreses. Él fue el encargado de avisar al coro de Abellá, al que se unió sin dudarlo el de Aiazo, juntando una veinte voces que participaron ayer en una eucaristía multitudinaria a la que se sumaron diez sacerdotes.

Tras la misa, llegó el momento de la foto de familia y la comida, celebrada en el restaurante Cadaval. Por la tarde llegó el momento de las palabras, donde el cariño cuantitativo dio paso al emotivo con los discursos y la entrega de una placa que le dio José Botana López, magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia e hijo predilecto de Frades. Todas las palabras que le dirigieron estuvieron cargadas de admiración y respeto por su trabajo en las parroquias en este medio siglo y sobre todo por su calidad humana. «Vostede é, don Antonio, como din os nosos fillos, o noso cura», escuchó el religioso, que puede presumir de estar presente en todas las casas de la zona que celebraron algún bautizo, boda o comunión, ya sea a través de fotografías o de recuerdos.

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