Tres objetivos claros: calidad, colaboración y especialización de los espacios escénicos

P. c. santiago / la voz

SANTIAGO

Proponen retomar el plan que hubo para crear una programación común entre salas

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Intensamente se trató en el debate dos de los objetivos que parecen claros dentro del proyecto cultural al que aspira Santiago. Se trata de la colaboración entre los distintos agentes culturales y la especialización de los espacios escénicos.

Antonio Borrazás sacó a relucir un precedente clave en el que se trató de coordinar las distintas salas compostelanas. Carou explicó que no llegó a fraguar por un tema técnico, ya que la empresa que desarrollaba el software informático que lo iba a hacer posible cerró cuando estaban embarcados en esta empresa. Y, aunque en aquel momento no se insistió en buscar alternativas, en la mesa organizada por La Voz se propuso la posibilidad de retomar el proyecto de nuevo y conseguir así una programación compacta.

Uno de los principales problemas a la hora de hablar de colaboración, es que en muchos casos colisionan los intereses de las empresas privadas que se dedican al mismo ámbito. Borrazás es de los que opinan, en este sentido, que «canta máis oferta haxa mellor, porque ao final acábase regulando sola». Y la concejala de Cultura apuntó otra traba principal y es que «moitos non se deixan colaborar, e falo tanto do ámbito privado coma do público. Hai moito minifundismo en Galicia, e non só na terra», añadió con sorna la edila.

Precisamente una de las soluciones que se planteó para evitar las interferencias entre intereses y proyectar al público una oferta estructurada es la especialización de los distintos espacios escénicos.

«Deberiamos definir os distintos espazos culturais para que cada un tivera a súa programación sen pisar aos demais e evitar as duplicidades», señaló Mercedes Rozas. «Os museos son hoxe coma pequenos reinos de taifas que non coordinan entre si a súa programación e falla la comunicación entre los propios centros», continuó. Ron es de la misma opinión. «Hai que especializar as infraestruturas, xa que hai moitas, e unha maneira de racionar e xestionar a oferta e a demanda sería especializar cada espazo para os distintos tipos de eventos e procedementos que funcionan», dijo el componente de Chévere. Un ejemplo claro de que la especialización funciona en el ámbito de lo privado es el ejemplo de la Sala Capitol, como confirmó Borrazás.

Una vocación internacional

Otro de los aspectos claves es la vocación internacional que corresponde a una ciudad de la entidad y posición que tiene Santiago. María Pereira señaló que esta es una línea clave dentro del plan estratégico de la Cidade da Cultura hacia la que se camina. Ron, además, propuso aprovechar el espacio y talento artístico propio para formar un laboratorio de ideas y creadores y suplir así la «falta de innovación» y de ambición que a su juicio existe. La ambición, tal y como se destacó en la mesa, no es cuestión de dinero sino de ideas y se incidió en la necesidad de rentabilizar y no malgastar la inversión pública.

«É necesario unha coordinación entre os distintos axentes porque hai un exceso de programación»

María Antón

«Correspóndelle á Administración fixar a estratexia e debería acoplarse o resto a ela como asociacións»

Antonio Borrazás

«Non tes orzamento para adquirir toda a oferta que existe pero si fórmulas para que sexa rendible»

Víctor Carou

«Non hai un exceso de oferta, hai déficits en calidade, e un dos problemas vén da xestión dos públicos»

Xesús Ron

«Deberiamos definir os distintos espazos culturais e especializalos para evitar duplicidades»

Mercedes Rozas

«A metade das persoas que asisten ao museo da Cidade da Cultura son de fóra de Santiago»

María Pereira